Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 10 de septiembre de 2011

EL UNIVERSO RESPONDE

Estoy segura de que todas las religiones contienen una misma espiritualidad en su mensaje profundo. Un mismo hilo conductor que une y funde a la persona con esa divinidad que tantos nombres adopta en cada una. Todas elaboran sus propios ritos, sus ornamentos y escenarios para lo fundamental: la conexión del fiel con su dios. Y en todas, también, el desarrollo efectivo de esa unión se produce con la oración, la meditación o el diálogo profundo, íntimo y directo con esa fuente de energía divina que intuimos en lo más recóndito de nuestro ser.
Uno puede llegar fácilmente a la conclusión de que ni siquiera son necesarios los intermediarios. Nada necesitamos para dirigirnos a esa divinidad que llevamos dentro y de la que participamos. Basta una conversación a solas. Para unos, oración, para otros, meditación incluso para muchos, charla amistosa con el mejor amigo. De cualquier forma, se trata de volcar en ella nuestras inquietudes, de pedir ayuda para lo que nos vemos incapaces de resolver, de dar gracias por lo que tenemos o hemos gozado y sobre todo, de fundirnos en ese sentimiento único de amor profundo que como si de una fuente manase, continúa existiendo en nosotros.
Hay que pedir al universo, a Dios, a la divinidad interior, a nuestros guías y ángeles…que pongan en nuestro camino aquello que necesitamos. Que nos haga partícipes de conectar con la gente adecuada, que nos permita continuar la misión que todos traemos. Misión que no es otra que aprender a amar y dejar nuestra pequeña huella mientras somos y hacemos felices a otros.
El universo siempre responde. Hay que pedir libremente. Sin ataduras mentales, sin prejuicios, sin egoísmos, sin condiciones. Envolver nuestra alma en un poderoso flujo de luz y en su resplandor y limpieza…prepararnos para recibir.
Las señales llegan y las personas adecuadas, también.

viernes, 9 de septiembre de 2011

TIEMPOS REVUELTOS

Son tiempos revueltos...la palabra crisis lo impregna todo. Estamos envueltos en una época de cambios profundos donde todo parece desmoronarse. En los momentos que vivimos, es difícil no caer en el derrotismo, el desaliento, el malestar y los sinsabores perpetuos. No hay dinero, no hay incentivos, no hay esperanzas a corto plazo, las finanzas caen, los pronósticos negativos se elevan al alza y en medio de la vorágine...queda el ser humano como un muñeco de trapo al vaivén de lo que ocurra. 
Es en estos momentos donde hay que usar la creatividad y los sueños para que el alma no muera. Saber que la historia siempre ha sido cíclica y que a las tormentas les sucede la calma. Aguantar el tirón desde la serenidad, la aceptación y la puesta en práctica de los recursos propios. Sacar fuerzas de flaqueza, confiar en nosotros mismos y tener confianza en que por mucho que nos oprima la realidad exterior...como decía San Francisco de Asis..."Uno puede vivir con muy poco...y de ese poco, aún con menos". 
Tarea difícil...sin duda...pero no imposible si queremos salir de este estado de colapso mental al que nos está llevando la tan manipulada crisis.  
Aún hay actividades que no se pagan con dinero. Conversar con los amigos, leer, escuchar música, caminar, apreciar el mundo natural que nos rodea, sentir el roce dulce de la piel de un bebé, gozar una caricia, dar y recibir un beso, encontrarnos con un correo de aprecio, estar al lado de quienes amamos, volver a retomar ilusiones simples aparcadas y sustituidas por otras de rango económico moderno a las que hemos sucumbido...y sobre todo, seguir empeñados en mantenernos firmes en el amor por la vida. Sin duda, todo lo que tiene valor, nunca tendrá precio. Por eso, la crisis...no podrá llevárselo consigo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

PUNTOS DE VISTA...

Nuestros puntos de vista son los que la mayoría de las veces nos importan. Es cierto que debemos tener criterio suficiente para opinar sobre este o aquel asunto, pero con frecuencia perdemos la dimensión multiplural que tiene la realidad. Nos aferramos con excesivo afán en lo único que pensamos y dejamos de lado otras dimensiones de lo que sucede a las que por subjetividad, no tenemos acceso. Hay que escuchar. Saber oir y poner atención a lo que nos llega del exterior. Observamos poco y escuchamos menos aún. Pero lo cierto es que no siempre y no toda la verdad está con nosotros. Debemos conceder esa porción de terreno virgen a la visión de otra gente que tal vez complete o matice la nuestra. Sólo así sabremos opinar con acierto o al menos, estaremos seguros de no ser parciales en nuestros juicios. Espíritu abierto y corazón libre!. Nadie nos resta nada por opinar diferente. No hay un ataque frontal del que es distinto. Dejemos entrar en nuestra mente otras formas de pensar. Evaluemos, contrastemos, sopesemos...cambiemos, si llegamos a la conclusión de mejorar lo que pensamos y de hacer más efectivo nuestro comportamiento.

Veamos este ejemplo:

Un paseante vio una vez a un pastor que, subido a una escalera, daba de comer de las tiernas ramas de un árbol a una cabra que llevaba en brazos. A cada rato debía bajarse de la escalera y buscar una nueva posición donde subirse, para que la cabra comiera hojas verdes. Intrigado, preguntó a aquel hombre:
-¿Qué haces ahí subido a la escalera?
-¿No lo ves? -contestó el pastor-. Doy de comer a la cabra.
-¿Y cómo se te ocurre hacer eso? -volvió a preguntar de nuevo-. No ves que así vas a tardar muchísimo tiempo?
-¿Y qué prisa tiene la cabra?

miércoles, 7 de septiembre de 2011

APRENDER SIN PENSAR...

“APRENDER SIN PENSAR, ES INÚTIL. PENSAR SIN APRENDER…PELIGROSO”

Esta frase corta e intensa encierra un profundo mensaje que deberíamos considerar cuando nos acercamos a cualquier pensamiento que nos mueva a hablar o a actuar. Cuando aprendemos, en el momento en que nos acercamos a aquella información novedosa que ejercerá, sin duda, una influencia en nosotros, debemos integrarla con sumo cuidado. Debemos digerirla con las habilidades del pensamiento activo. No podemos aprender a repetir información. Cuando uno aprender debe hacer suyo lo que integra lo que quiere decir que lo asimile, lo contraste con lo que ya sabe, lo cuestione, lo enriquezca y lo haga vida. Todos estos procesos que se desmenuzan como largos y complejos, son instantáneos para el que está acostumbrado a pensar. El sistema educativo nos ha enseñado, demasiadas veces, que el éxito es del que sabe repetir lo que escucha al profesor o lee en los libros. Pero no aprendemos para el examen del colegio. Aprendemos para la vida. Para saber actuar mejor y sobre todo para ser más felices. No nos sirven los matices de otros. Debemos aprender a modelar el conocimiento con nuestros propios criterios.
Por otra parte, el hecho de pensar sin aprendizaje puede, efectivamente, ser peligroso. Las ideas revolotean en la mente como gaviotas desorientadas que pierden en ocasiones el rumbo hacia el puerto correcto. Si hemos aprendido a “pensar”, sabremos dirigirlas hacia la resolución de nuestros problemas y evitaremos que se enmarañen en ideas tortuosas e inadecuadas que siempre nos llevan al sufrimiento propio o ajeno.
Pongamos en práctica la frase con la que hemos empezado y sigamos avanzando, al menos, en la seguridad de hacer lo mejor para nosotros.

martes, 6 de septiembre de 2011

TRANSFORMAR EMOCIONES, NO SUPRIMIRLAS

Cuando somos capaces de reflexionar sobre nuestras emociones negativas, a menudo la primera reacción que nos asalta es la de reprimirlas para que no afloren al exterior y comiencen a realizar los desastres que imprimen en la conducta emocional. Sin embargo, aprisionarlas no las evita, sino que las encapsula en una especie de estrato mortal que mina la salud de nuestra mente y del espíritu. La represión siempre causa estancamiento y parálisis en algún lugar del campo energético que nos anima y por lo tanto, afectará irremediablemente a los órganos y sistemas corporales que se nutren de él.
 Las experiencias de dolor no procesadas sofocan y reducen la carga emocional positiva y esto conduce, sin remedio, a la disfunción cuerpo-mente. Durante toda nuestra vida hemos empleado gran parte de nuestra energía vital en suprimir las emociones y tenerlas almacenadas para librarnos de su carga negativa. Pero que no sean evidentes no significa que no existan. Que no actúen soterradas bajo los niveles pretendidos de positivismos, alegría o autoestima. Socavan conductos subterráneos de malestar comprimido que hacen débiles los cimientos de nuestra fortaleza. Por ello, el camino no es la represión, sino la transformación. Podemos poner en práctica estos pasos:
1.    - Reconocer y aceptar lo que nos haya sucedido, del tipo emocional que sea.
2.    No tratar de obviarlo, ni pretender que no sucedió. No reprimirlo ni ignorarlo. Entender por qué llegamos a ese punto, en qué parte tuvimos responsabilidad y en cual no. Y sobre todo tratar de entender a quienes nos dañaron. Nadie da lo que no tiene dentro de sí, por eso no se lo podemos pedir.
3.    Liberar la fuerza vital atrapada de signo negativo por medio de la meditación, la reflexión o el diálogo con nosotros mismos mediante afirmaciones positivas.
4.    Dejarlo ir e implicarnos en la tarea de la reconstrucción de nuestro edificio emocional interno. Decorarlo a nuestro gusto y salir a la vida que siempre nos espera gustosa de acogernos.


lunes, 5 de septiembre de 2011

IMPORTANTÍSIMA LECCIÓN

Hay una importantísima cuestión que si aún no la hemos aprendido, debemos hacerlo inmediatamente. Se trata de elegir siempre basándonos en lo que nos hace sentir bien. Si nuestro corazón nos envía señales de desagrado, de molestia, de disgusto…hay que tomar otro camino. No es el nuestro. Si actuamos guiados por lo que “deberíamos” o por lo que a otros les hace felices…estamos diciéndoles SI  a ellos y NO a nosotros mismos. Si queremos instalar el sufrimientos en nuestro templo interior nos bastará con buscar continuamente la aprobación de los demás. Si lo que nos importa sobre todo es que nos acepten, dejaremos de lado lo más sagrado que nos anima y da vida: nuestra propia forma de ser y sentir.
No se trata de imponernos soberbiamente a los demás, ni de agredir con nuestra prepotencia la estabilidad ajena. Se trata de apostar por nuestra intuición, de estar en equilibrio con nuestros deseos, anhelos y esperanzas. De encontrar aquello que nos da plenitud no porque se la da a nuestros seres queridos, sino porque lo sentimos como el verdadero sendero a transitar. Somos nosotros los que caminaremos por él, con lo cual, también debemos ser nosotros quienes elijamos la dirección a tomar. Siempre hay riesgos que hay que asumir. El riesgo de equivocarnos y sufrir. La posibilidad de fracasar y retroceder. Pero siempre habremos aprendido  el valor de la superación y la satisfacción de haber hecho lo que creímos sin imposiciones. Equivocarnos tiene un precio. Demasiado alto si no fuimos nosotros quienes decidimos hacerlo así. Mucho más llevadero si la responsabilidad es toda nuestra. En cualquier caso, la vida se construye con opuestos. El equilibrio entre el error y el éxito; entre el amor y el odio; entre la dicha y el dolor es lo que finalmente nos dará la medida personal del valor propio. Un valor que nos llenará de dicha si lo hemos construido con nuestro propio esfuerzo a pesar de los fracasos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Haz lo que quieras... desde el AMOR

Me gustan las frases que encierran un pensamiento intenso, una emoción abierta o una reflexión veraz. Son perlas radiantes que llegan a nuestra mente con la fuerza de un rayo de fulgurante fragor. Entre ellas, he elegido hoy, una muy especial. Se trata de reclamar el AMOR como base y fundamento de todo lo que hagamos. Porque no haya nada que justifique mejor nuestra forma de actuar, nada que nos deje tan tranquilos, ninguna otra cosa que evite la culpabilidad y lo único que nos asegura que tenga los resultados que tenga nuestro comportamiento, siempre se habrá basado en el sentimiento más auténtico que existe.


 "Ama y haz lo que quieras; si te callas, calla por amor; si hablas, habla por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor; ten la raíz del amor en el fondo de tu corazón: de esta raíz solamente puede salir lo que es bueno."

!!!  FELIZ DOMINGO!!!!