A veces con poco basta. Otras ni con mucho, llega. La intensidad de los sentimientos cobra un papel secundario frente a la expresión de los mismos.
Presuponemos demasiadas cosas. Las damos por entendidas y nos cuesta trabajo demostrarlas. Hay en ello una equívoca interpretación de vulnerabilidad. Pareciese que perdiésemos la firmeza que nos pone el escudo de dureza e impermeabilidad. Es mejor no decir y expresar lo mínimo.
Esa postura anacrónica era la que manejaban, posiblemente, nuestros abuelos y a lo que llamaban respeto, muchas veces se convertía en miedo.
Hay que expresar lo que sentimos. Hay que besar más y estrechar a los que amamos en abrazos infinitos. Hay que demostrar que el sentimiento permanece y que se hace más fuerte y autónomo cuando se derrama al exterior.
No entiendo los amores en la quietud y la compostura de la cortesía. No entiendo que sobren las palabras, ni los gestos de cariño cuando éste se siente. No sobra nada. Todo es necesario porque si analizamos los muchísimos casos de depresiones, tristezas, traumas y dislocaciones mentales tienen un mismo origen en problemas con los afectos.
Hay que expresarlo. El otro debe saber que la llama está encendida aunque por parentesco conyugal, filial o fraternal se sobreentienda.
Yo no dejo nada a la casualidad en materia de amor, bien sea por la pareja, por los hijos o por los amigos.
El refuerzo que supone las muestras de cariño no deja morir el alma y la mantiene viva, llena de energía y sostenida por una llama incandescente que nunca se apaga.
El equilibrio del espíritu llega a través del cariño. Cuando sentimos amor estamos absolutamente protegidos; no nos encontramos solos ni estándolo y todo se hace sencillo y posible.
El afecto tiene el mismo resultado químico en nuestro cerebro que los neurotransmisores y las hormonas que permiten la sinapsis.
El amor, es sin duda, el mejor antidepresivo…pero al igual que no olvidamos tomarnos la pastilla…no podemos olvidar el beso, el abrazo o la palabra justa en su momento; en cualquier momento porque a diferencia de los medicamentos, no tiene horario y siempre lo llevamos con nosotros.
¿Algo más sencillo y de mejor resultado?
Feliz fin de semana