Las personas bellas nada tienen que ver
con la estética que les define. Siempre me ha fascinado la biografía de cada
uno porque somos el resultado de ella y desde ella puede entenderse muchas de
nuestras acciones y reacciones de ahora mismo.
Cuando algo no nos gusta de otra
persona, lo que en realidad rechazamos es que no sea igual que nosotros, que no
responda lo mismo y que no se ajuste a lo que esperamos de ella.
Son
todos estos criterios los que nos llevan a
reaccionar contra el de enfrente cuando en realidad lo que deberíamos
someter a revisión son nuestras convicciones, tan arraigadas y permanentes,
como absurdas e incoherentes. Porque todo en nosotros es subjetivo, está dentro
y no fuera, y lo que pensemos y creamos tendrá un valor máximo en nuestra
consideración pero mínimo cuando salga al exterior y quiera invadirlo todo. Hay
que conocer la biografía incluso para comprender hasta la biología y la
fisiología de los demás.
La
gente que ha vivido tantas y tantas experiencias tiene un bagaje de belleza
añadido. Un poso de sabiduría en el que la amargura, los sinsabores y las
tristezas seguramente han hecho
presencia dejando, de algún modo, una mayor carga de comprensión y compasión
ante las situaciones adversas.
La
belleza siempre está en el alma, reside allí, ese es su lugar natural. El
resto, es fantasía para la mirada con fecha de caducidad.
No
hay nada mejor que estar rodeado de gente bella. De personas que son capaces de
empatizar con los demás, de sonreír y tender la mano, de poner límites con
dulzura, de diferenciar entre lo conveniente y lo inconveniente y mantenerse
con voluntad en lo deseable, tenga que ver o no con lo agradable. Personas con
voluntad de progreso y de colaboración, gente noble y sencilla que por muy
encumbrada que esté siempre será la misma.
No
hay nada que valga más que la belleza del interior. Si está presente se
derramará a raudales por los poros de la piel y necesariamente la hermosura nos
hará deseables para cualquiera.
Nada
más bonito tampoco que los demás te estimen por cómo eres en realidad, sin
maquillaje y sin adornos o complementos. Porque la gente bella lo tiene todo,
sin añadir nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario