La
mayoría de las teorías del pensamiento oriental nos hablan de las realidades
que vivimos como creadas por nosotros. Una especie de conducta que sigue un
mapa que previamente habríamos diseñado según nuestras necesidades de
evolución.
Es
difícil creer esto, nos cuesta pensarlo y nos resistimos a que sea verdad.
Sobre todo cuando lo que parece que llega, fruto del azar y la casualidad, es
doloroso para nosotros.
Hacernos responsables de ello cae fuera de
nuestra consciencia y de ninguna manera podemos asumir el coste que tiene la
idea de ser protagonistas de una historia que habríamos ideado en otra
dimensión, en otro paradigma, con otro estado. Sin embargo, a veces, si nos
adentramos muy el fondo de nuestra alma, del corazón e incluso de la mente
encontramos respuestas que van sucediéndose ante nuestras incógnitas.
Nos
suceden experiencias extrañas, pasamos por momentos que nos hacen daño, repetimos
dolores viejos y siempre terminamos creyéndonos víctimas de un destino que se empeña en ir en
contra nuestra. Pero algo habrá de responsabilidad en lo que nos pasa.
Tenemos
miedo a que vuelva a sucedernos lo que nos duele. Pensamos que no vamos a
conseguir algo o que perderemos lo que ya tenemos. En ambos casos, la clave
está en no necesitar o en no hacer de la necesidad el pilar de nuestra vida.
Solo
hay que esperar, saber tener paciencia, encontrarnos con lo que tememos y
preguntarle por qué nos asusta tanto.
¿Qué
puede pasar?. En cualquier caso la respuesta es nada. Todo sigue igual. Todo
seguirá adelante, con nosotros o sin nosotros.
Nuestra
vida es una experiencia propia que debe vivirse desde dentro aunque se exprese
y se proyecte afuera en la que se debería hacer un balance continuo, como un
hábito automatizado que te permitiese entender lo que vives y para qué lo vives
cuando sucede.
Posiblemente,
si comprendiésemos que la serenidad y el poder, está en no afanarnos en el
deseo, todo fluiría con facilidad y la mayoría de los miedos nos dirían adiós.
Yo
lo siento así. Creo que es el primer paso para ponerlo en práctica.
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