Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 18 de marzo de 2014

LA EDAD, CUESTIÓN DE ACTITUD



         Hay gente que nunca será vieja. Otra nunca fue joven. La edad no tiene fecha, aunque parezca un contrasentido.  Si en algún lugar existe en realidad es  en nuestro cerebro, sobre todo.  Es un concepto que se construye con la actitud.
         Muchas veces sentimos que la vida va corriendo cuando son otros los que avanzan delante de nuestros ojos; en otras ocasiones,  es nuestra propia forma de interpretar el mundo lo que determina el ritmo de la existencia.
         ¿Cómo podemos entender que personas de edades muy diferentes se entiendan?¿O cómo que otras de edades similares no lo hagan nunca?¿O de qué forma nos explicamos que gente anciana continúe con hobbies, ejercicio, interés y entusiasmo por todo y otras, comenzando la vida lo desestimen todo igualmente?
         En ocasiones no haber tenido nada hace que cualquier cosa sea valiosa y por tanto, la vida se vive segundo a segundo como el mejor de los regalos. Cuando no se necesita esfuerzo para alcanzar lo que ansiamos y todo está en el toque de un clic, se devalúa la pasión por la vida.
         Efectivamente, el paso del tiempo modifica nuestro organismo; pero no lo sólo él, sino también y en gran medida, el sufrimiento, el malestar al que no se le pone freno, las palabras no dichas, los sentimientos no expresados, la basura emocional que arrastramos con nosotros y tantas ganas de amar no satisfechas.
         Nuestra biografía determina nuestra biología. Se explica entonces que una vida vivida desde el optimismo genere abundancia de energía y por lo tanto colabore a un sistema inmunitario y defensivo con el mejor de sus rendimientos.
         La actitud ante lo que nos sucede permite dilatar los días, los meses y los años y obliga al tiempo a deshilachar sus segundos para multiplicarlos.
         La percepción de la edad que tenemos pasa por la emoción de elegir la felicidad como una opción interior ante lo que nos sucede, aunque ello no sea agradable, aunque incluya la dolor y pena pero si sabemos extraer lo positivo de lo negativo, que siempre existe a su lado, posiblemente nunca seamos viejos y a nuestro encuentro llegará todo aquello que contribuya a seguir rescatando de la juventud lo mejor de sí porque lo atraeremos irremediablemente.

2 comentarios:

  1. Hoy al levantarme pense en mu edad y en como me siento respecto a ella. Seran los años quienes me proporcionan estos planteamientos en los q el otoño biologico se me viene encima?.Estoy muy cerca d cumplir 52 años y por dentro mi edad sigue siendo siempre la misma. Un besote

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  2. Síiiii!!! Xara esa es la actitud, mantenernos niños, mantenernos jóvenes, mantenernos adultos...todo en uno sin perder lo mejor de cada estadio.
    Me uno a tu sentir...yo también me encuentro como tú, cada día a cada instante!! besosss ***

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