Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 4 de abril de 2014

RELACIONES TÓXICAS



El amor es la dimensión más compleja, emocionante, satisfactoria y, en ocasiones, también trágica que existe. Todos podemos enamorarnos, desde personas emocionalmente maduras, hasta personas llenas de miedos e inseguridades, pasando incluso por aquellas que padecen algún problema psicológico.

Quizá esté aquí la mayor dificultad, el encajar toda esta amalgama de personalidades, las sanas y las problemáticas en el seno de una relación que a veces, se convierte en algo no solo imposible, sino también dañino. No apto para nuestra salud física y emocional.
En ocasiones, y sin saber cómo, acabábamos enamorándonos de personas que lejos de hacernos felices, nos dejan caer en un abismo de altibajos donde nunca hay estabilidad, donde aparecen los chantajes emocionales, el rencor, la desconfianza, e incluso la violencia física o emocional. Ambas igual de destructivas.

Walter Riso, psicólogo clínico experto en relacionas de pareja, nos dejó una serie de categorías que vendrían a definir los distintos tipos de amores tóxicos. Veámoslos uno por uno.
TIPOS DE RELACIONES TÓXICAS
La relación hostigante: 
En esta primera dimensión tendríamos a esas personas que buscan en todo momento, ser el punto de atención de su pareja. Podrían llegar a darse casos verdaderamente obsesivos de dependencia absoluta, donde siempre se busca la aprobación y el reconocimiento. De no obtenerse, caerían en estados depresivos e incluso vengativos.
La relación paranoico/vigilante:
Aquí tendríamos la clásica relación donde un miembro de la pareja se obsesiona con que va a ser traicionado. Cualquier pequeño aspecto puede interpretarlo como una clara sospecha de que está siendo menospreciado o rechazado. O peor aún, que no es amado. El nivel de sufrimiento que crea alrededor de la pareja es tan doloroso como destructivo para ambos.
La relación subversiva:
Es un tipo de relación tan compleja como tóxica. Uno de los dos ve a su pareja como una figura de autoridad, estableciendo un comportamiento de sumisión a la vez que de huida. Piensa que su vida está controlada por la otra persona, que no le deja hacer determinadas cosas, cuando en realidad, no es así. Son personas inmaduras que sumen a su pareja en continuos estados cariño y desprecio.
 La relación narcisista:
Es fácil de reconocer y seguramente uno de los más conocidos por todos nosotros. Existen personas que solo ven y buscan sus propias necesidades y sus propios sentimientos. Ante cualquier problema solo aprecian su propio punto de vista, menospreciando queriendo o sin querer, al cónyuge.
La relación perfeccionista:
Característico de una personalidad obsesiva compulsiva. No hay espacio para la libertad o la espontaneidad, cualquier aspecto es controlado al milímetro bajo la idea de “que es lo mejor”, que “de ese modo la relación funcionará mejor”. La opinión del ser querido se queda a un margen y no suele ser escuchada por el miembro “perfeccionista”. 
La relación violenta:
Uno de los más peligrosos. Hay personas que entienden la palabra amar como sinónimo de control y dominación, tanto física como psicológica. Son personas que ejercen el control de forma agresiva, ahí donde puede aparecer el desprecio, la dominación, y el sometimiento. Es sin duda la relación tóxica más peligrosa.
La relación caótica:
Define en especial a aquellas personas emocionalmente inestables. Son relaciones con enormes altibajos debido a que uno de los dos miembros demuestra a partes iguales tanto amor como marcado desprecio. Hay instantes de pasión absoluta, para, días después, mostrar indiferencia. Un estado como este puede acabar destruyendo a la otra persona. 
La relación esquizoide-ermitaño:
Es característico de las personas con alexitimia, es decir, la incapacidad por reconocer y expresar emociones tanto propias como ajenas. Son personas que no son capaces de decir un “te quiero”, pueden mostrar proximidad y deseo, pero pocas veces se muestra un cariño sincero que haga verdaderamente feliz a la otra persona



2 comentarios:

  1. Asi es asi como en el pasado en el tiempo de antes se romatixaban este tipo de relaciones y es muy bueno que en la actualidad no sea asi todos la conoscan toda ruptura va a ser dolorosa si o si, difícilmente una ruptura pueda llevarse de una manera pacífica, ya que vendrá acompañada de muchas cosas poco agradables, así no sientas pena por lo que tengas que hacer, ya que hagas lo que hagas; es imposible que ciertos sentimientos no salgan lesionados. Al dejar estas relaciones atras aumentar tu autoestima sera sencillo

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  2. Gracias Yisus, efectivamente es como dices. Siempre hay dolor en el desapego porque somos dependientes de esos sentimientos y el sufrimiento aparece. Pero efectivamente, la autoestima se recarga cuando logramos desapegarnos y verlo todo con distancia.
    Muy interesante tu coemntario. Gracias por participar en este rincón.*

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