Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 27 de junio de 2014

AMOR O TEMOR



Ante cualquier proceso vital solamente hay dos reacciones posibles, todo lo demás encaja en una multitud inmensa de matices entre los cuales se distancian ambos.
Lo contrario del amor no es el odio, sino el miedo. Por eso estas dos formas de ser y dimensionarnos al responder, van a determinar los resultados de nuestra conducta y los logros que pretendamos atraer a nuestra vida.
En el Libro “Conversaciones con Dios I” de Neale Donald, explica cómo un estado u otro permite conclusiones muy diferentes a la hora de recoger los frutos de cada acción.
“…Cualquier decisión libre que toméis se deriva de uno de los dos únicos pensamientos posibles que existen: un pensamiento de amor o un pensamiento de temor.
El temor es una energía que contrae, cierra, capta, huye, oculta, acumula y daña.
El amor es la energía que expande, abre, emite, permanece, revela, comparte y sana.
El temor cubre nuestros cuerpos de ropa; el amor nos permite permanecer desnudos. El temor se aferra a todo lo que tenemos; el amor lo regala. El temor prohíbe; el amor quiere. El temor agarra; el amor deja ir.
El temor duele; el amor alivia. El temor ataca; el amor repara.
Cualquier pensamiento, palabra o acto humano se basa en una emoción o la otra. No hay más elección al respecto, puesto que no existe nada más entre lo que elegir. Pero también disponemos de libre albedrío respecto a cuales de las dos escoger.”
Hemos aprendido a vivir en el temor, en la desconfianza, en la zozobra de la suspicacia. Se nos ha hablado de la supervivencia de los más fuertes y el éxito de los más inteligentes. Pero poco se nos ha dicho sobre la gloria de quienes aman.
La voz interior que pueda hacerte conectar con estas palabras te dirá si hay que tenerlas en cuenta o ignorarlas, al igual que te indicará siempre el propósito de la vida: crear continuamente desde el amor, desde la confianza plena, desde la seguridad absoluta de que todo es posible.
Estamos aquí para recordar quienes somos, no para aprender a ser otros.  Estamos para obrar en consecuencia de lo que desde siempre sabemos:  Amar. Estamos únicamente para experimentarlo hasta el infinito de nuestras posibilidades, que son, sin duda ilimitadas.  El resto es un camino equivocado que, nos devolverá una y otra vez, a la repetición de lo vivido hasta que recordemos el camino de vuelta.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias Flor y Nata ha sido un placer leer esta reflexión, sabía. Un abrazo

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  2. Gracias a ti Xara por dejarme notar tu presencia, por permanecer aqui en este rincón de todos los que estamos diariamente y por ser un soplo de aire fresco sobre el vuelo de mi pluma.

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