Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 27 de septiembre de 2014

DONDE VAN LOS BESOS EQUIVOCADOS



Me he preguntado muchas veces dónde van los besos equivocados, las caricias perdidas o los sentimientos que han creído en sí mismos para poder existir o resistir trocitos de vida.
Sin el ensayo y el error la vida se habría extinguido ya. Sin la colaboración y el vínculo cada unidad habría caído en el olvido de los dioses. Todo se resume en una infinita cadena de la que nadie nos podemos evadir.
En ocasiones uno mira para atrás y piensa en su actuación, en la forma de sortear obstáculos, en las risas y los llantos que le han acompañado tantas horas y días. En las personas que llegaron, en las que pasaron rozando solamente los sentidos, en las que aparecieron de nuevo, en las que calaron hasta el fondo. 
Estoy segura que todas fueron necesarias. Como modelo o como mal ejemplo. Con admiración o con rechazo, con afinidad o en contradicción. Todas y cada una nos enseñaron algo y algo también aprendieron de nosotros. Con todo ello hemos hecho lo que somos y llegado hasta donde estamos.
Me pregunto si lo que sucede a cada uno tiene más de un sentido. Si cada acontecimiento de nuestra vida no pasa solamente para nosotros sino para quienes nos conocen y nos rodean, porque entonces el puzle que supone la existencia no podemos completarlo solos.
En este marco tiene sentido que cuando nos dediquemos un rato a meditar no nos visualicemos en solitario. Sin duda, los demás tienen un valioso puesto en nuestra realidad. Para ellos también nuestras peticiones y nuestros deseos porque de algún modo lo estaremos pidiendo también para nosotros.

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