Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 20 de septiembre de 2014

EL PROPÓSITO DE LA VIDA



Cada uno de nosotros estamos aquí para cumplir un propósito en la vida, una misión.
La habilidad que tengamos para descubrir este propósito depende únicamente de nosotros. Al descubrirlo, nos abrimos la puerta para actuar en conciencia total de nuestro poder y nuestras capacidades.

               Nuestro propósito va ligado a nuestros deseos, nuestra vocación y aquellas cosas en las que tenemos mayor facilidad de crear. Es nuestra capacidad de desarrollo y expansión.
Al conocer nuestro propósito, estamos discerniendo que somos potencialidad pura. Somos concientes de nuestro poder y no tenemos duda de errar el camino porque simplemente estamos siguiendo la voz de nuestro corazón, de nuestra intuición, que es donde reside nuestra esencia y nuestro Yo natural.

            Por lo general cuando pensamos en "nuestra misión" pensamos en acciones grandes, en vidas trascendentales a los ojos de los demás... pero no es así.

El seguir nuestra vocación hacia alguna profesión o actividad, puede ser nuestro propósito. La mayoría de las ocasiones, la vida nos guía hacia el cumplimiento de él, pero tenemos que estar abiertos para escuchar nuestra voz interior, porque si es cierto que tarde o temprano cumpliremos nuestro propósito, es mejor estar alertas para no retrasar el proceso.

Cuando estamos inseguros de nosotros mismos, cuando nos importan más las opiniones de los demás que la de nuestro interior, cuando nos dejamos llevar por las circunstancias sin tener la fortaleza de imponer nuestros deseos, en esos casos, estamos retrasando nuestra evolución por no actuar acorde a lo que nosotros creemos, a nuestras capacidades, a nuestros deseos, a nuestra vocación, en una palabra... a lo que somos. 



Harumi Puertos

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