Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 7 de junio de 2014

HUNA: EL CAMINO SANADOR



Cada vez estoy más conforme con la filosofía sanadora hawaiana del Hopponopono. "Sanar un error", "corregir una equivocación"...puede que no nuestra, ni siquiera de esta existencia... Memorias enquistadas a través de los tiempos que nos enredan en una rueda sin fin en la que están implicados nuestros antepasados y los de quienes conocemos en la actual vida.

Ligado a ello, está el concepto de Huna. veamos a qué se refiere: 


Huna es una palabra hawaiana que quiere decir, entre otras cosas, ‘oculto’, en el sentido de algo que no se puede ver o comprender a simple vista.

El Huna es un sistema de vida y un camino psicoespiritual de aplicación universal que se basa en una cosmovisión particular, una filosofía práctica de la vida, una psicología muy útil y algunos métodos efectivos para acceder a la dimensión espiritual.

Para lidiar con las vicisitudes de la vida, existen básicamente dos caminos: el del guerrero y el del pacificador. El del guerrero –el más utilizado y difundido– es un camino de lucha contra todo lo que se interpone en el paso: ideas adversas, enfermedades, estados de ánimo indeseados, etcétera.

Todos sabemos que, en nuestra cultura, la reacción habitual y automática frente a los obstáculos y los conflictos –ya sean internos o externos– es la de luchar. Luchamos con aspectos de nosotros mismos, de la misma manera que luchamos con otros. Nos peleamos, por ejemplo, con nuestro desengaño o con los requerimientos de los demás. En el paradigma del guerrero la motivación está puesta en vencer al adversario.

En el camino del pacificador, en cambio, la consciencia y la acción se dirigen hacia lo que se quiere generar. Así, por ejemplo, se energizan las ideas adecuadas, se pone el acento en lo que favorece la salud y se incentiva lo que nos armoniza. Este enfoque sostiene, además, que los medios que utilizamos para lograr las metas influyen en los resultados. Por ello, busca resolver los conflictos lo más pacíficamente posible.

El camino del pacificador, en consecuencia, propone considerar y contemplar lo más posible a las dos partes. Esto es buscar opciones que puedan satisfacer –aunque más no sea parcialmente o a lo largo del tiempo– a ambas: por ejemplo, tener en cuenta la necesidad de hacer, dando pasos a un ritmo posible; satisfacer algún aspecto de lo que el otro requiere, sin dejar de tener en cuenta el estilo personal o los propios valores. La motivación aquí es buscar que ambas partes ganen algo.

Esta modalidad implica superar la reacción automática inicial que aspira a eludir las dificultades y a lograr la mayor satisfacción inmediata posible.

Volviendo al comienzo y a modo de síntesis, Huna es lo que no se puede ver a simple vista: las reacciones automáticas guerreras satisfacen o evitan algo en lo inmediato, pero no sientan las bases para una satisfacción más duradera.

Lo que no se ve a simple vista de la actitud pacificadora es que, más allá de lo inmediato, construye bases más armoniosas que posibilitan satisfacciones más sustentables para beneficio propio y de todos los que nos rodean.





jueves, 5 de junio de 2014

EXPRESIONES ABSURDAS



Siempre me ha chocado las expresiones típicas que se han formado en base a contarios imposibles. No hay idea más absurda que la que con una misma locución pretende dulcificar lo inadmisible. Veamos por ejemplo:

·       “ Perdono pero no olvido”
·       “Guerra Santa”
·       “Envidia sana”
·       “Mentira piadosa.”

Comencemos por la primera. ¿Se puede olvidar algo que uno ha vivido implique perdón o no?. El perdón nunca podrá ir de la mano del olvido, a lo sumo, podemos evitar recordar con rencor, pero nada más. Lo que se ha experimentado, lo que ha dolido, lo que supuso tristeza, lo que caló hondo, lo que nos retorció, no puede olvidarse; tampoco lo que se gozó. Nada se olvida y por tanto ese aspecto no es determinante en el hecho de perdonar o no.

         ¡Sobre la Guerra Santa qué podemos decir! Cómo se puede santificar la destrucción, la muerte, la tortura, la persecución, el asedio, la injusticia…y todo lo que cabe en la palabra “guerra”. 

La santidad es un estado de bondad perpetua en la que cual solamente caben la virtudes: la caridad, la compasión, la indulgencia, la tolerancia, el altruismo…y un sin fin de cualidades más alejadas de la batalla.
Tampoco podemos considerar sana nunca a la envidia. La rivalidad, los celos o la competencia, indignas jamás serán sanadoras. Por lo tanto no cabe tratar de suavizar el contenido de la palabra principal con otra que se opone diametralmente.

Por último, qué mentira puede evocar la piedad. Por pequeña que sea nunca puede promover la verdad, ni acercarse siquiera  al encuentro con la realidad. La mentira siempre será mentira. Posiblemente admita, según el propósito y la intención con la que se emita, alguna gradación solamente excusable en los casos en los que la vida se acaba y se sabe que la persona prefiere terminarla con un engaño, que por otra parte no creo que se produzca en realidad.

Los contrarios se pelean. No estoy de acuerdo con la afinidad entre polos opuestos. Siempre se acaba por penar las diferencias y en instantes inmediatos puede producirse auténticos encontronazos de irremediables consecuencias.
Nos acabamos separando, de algún modo, de lo que es radicalmente contrapuesto y el resultado siempre es el mismo; uno camina en solitario como la mejor medida ante lo que nunca acaba de encajar con nosotros. Igual pasa para estas palabras dicotómicas. Siempre parecen disonantes y destempladas.

Yo tengo cuidado de no utilizarlas. Chirrían en mis oídos y estallan ante mis ojos.

  Al menos, separadas, tienen sentido.

miércoles, 4 de junio de 2014

LA MAGIA DE LOS COLORES

Cada color tiene su  beneficio en nuestro organismo ya que según su vibración, desbloquea y estimula nuestros centros de energía (chakras) y, por consiguiente, nuestro cuerpo se conserva saludable y en armonía.
La llamada cromoterapia (terapia basada en la exposición a rayos de luz de diferentes colores) corrige estados de ánimo, trata problemas óseos, infecciones, obesidad, etc. En la Antigua Grecia ya se usaba pero fue en la India donde se enfatizó en el estudio de este método.
Cada color tiene una longitud de onda que varía, según la intensidad y así, cada tono tendrá una vibración distinta y, por ello, según los casos, ayudará a relajar, a curar migrañas, a potenciar nuestro sistema inmunológico, etc.
Se aplica una luz coloreada sobre los meridianos, que son las zonas de energía que se utilizan en la Medicina China y que en la India denominan chakras. El cuerpo recibe esa información cromática y modifica su energía, proporcionándole capacidad para recuperar su actividad (que por algún motivo haya podido quedarse bloqueada).
La vibración de los colores los podemos utilizar en nuestra vida diaria, tanto en los tonos que usemos para vestirnos, como para decorar nuestra casa o encender una vela para relajarnos.

Beneficios de los colores:
-Color Verde:
Correspondencia: color de la primavera y de la Natura. Simboliza la nueva vida, la regeneración y la recuperación de las células, la renovación de las plantas.
Propiedades y beneficios:
-Poderoso calmante del sistema nervioso central.
-Reduce la ansiedad y normaliza el sueño.
-Se usa como reconstructor de los tejidos muscular y óseo.

-Color Azul Celeste o Turquesa:
Correspondencia: color del otoño y de la paz. Asociado con el poder de la palabra y la fuerza de voluntad.
Propiedades y beneficios:
-Produce serenidad y tranquilidad.
-Trata las enfermedades de la garganta.
-Cura los problemas de la dermis, cataratas y vómitos.

Color Amarillo:
Correspondencia: color de los cambios de estación. Simboliza el estado de alerta.
Propiedades y beneficios:
-Estimula el entusiasmo y promueve la alegría (muy útil frente a la depresión).
-Trata la diabetes y problemas derivados del tracto digestivo.
-Incrementa el tono muscular.
-Sirve para eliminar toxinas del cuerpo.

-Color Naranja:
Correspondencia: símbolo del amanecer. Se relaciona con la cordialidad y la bondad.
Propiedades y beneficios:
-Alivia el cansancio.
-Sirve para el tratamiento de los cálculos de la vesícula, los problemas respiratorios, la artritis y el reumatismo.
-Activa la flora intestinal.

-Color Azul Índigo:
Correspondencia: asociado al “Tercer Ojo” o chakra de la frente. Simboliza la creatividad.
Propiedades y beneficios:
-Mejora los problemas de audición, de la vista y del olfato.
-Purifica la sangre.
-Sirve para tratar el asma.

-Color Rojo:
Correspondencia: color del verano. Regula la vitalidad y la energía.
Propiedades y beneficios:
-Trata la anemia, la tristeza, los eccemas, el acné y las quemaduras del sol.
-Agiliza el flujo sanguíneo.

-Color Violeta:
Correspondencia: color del invierno. Permite llegar a estados elevados de la mente, planos superiores de la conciencia.
Propiedades y beneficios:
-Trata desórdenes mentales, dolores de cabeza y migrañas.
-Reduce la retención de líquidos.
-Se usa para activar la circulación de todo organismo.
En todo caso, la Cromoterapia es una terapia alternativa y no sustituye a la Medicina Tradicional. Sin embargo, si puede resultar muy beneficiosa para nuestra salud utilizada siempre por un profesional. De cualquier forma, en nuestro día a día, si podemos jugar con los colores para activar nuestro organismo, para relajarlo o predisponerlo para meditar.






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martes, 3 de junio de 2014

HUELLAS, NO CICATRICES



Lo mejor es pasar por la vida dejando huellas; pequeñas o grandes, profundas o superficiales, de gran calado o de mínimo roce, pero de cualquier forma rastros que hablen de nosotros, de la persona única y diferente que fuimos y del amor que sembramos.
         Cuando nuestra sombra se vuelva transparente, cuando se eleve liviana hacia el otro lado del velo, cuando se dirija al más allá del más acá, entonces solamente entonces podrán valorarse nuestras pisadas. Y serán otros los que rescaten los vestigios del paso por una existencia repleta de compasión, ilusión, altruismo y dedicación a ser mejores o por el contario, los que sufran las cicatrices de los dolores que les hayamos ocasionado.
         Es difícil pasar por la vida sin hacer daño a nadie. Involuntario, despistado, irreflexivo e inconsciente, la mayoría de las veces, o deliberado e intencionado, las menos, quiero creer. Pero daño al fin y al cabo.
         En el ámbito jurídico, la intencionalidad tiene mucha importancia. No es lo mismo el agravio hecho voluntaria y explícitamente que el ultraje madurado como proyecto por tiempo. No obstante, con intención o no, lo que duele…duele y a veces mucho. Por eso, debemos tener cuidado de no pasar por la vida pisando al resto, atropellando a quienes se ponen delante o saltando sobre los que nos hacen sombra. Entre otras cosas porque la vida siempre lo devuelve todo y a veces aumentado.
         El corazón siempre se recompone después de una batalla o una pérdida o un abandono pero cada pedazo que debe encajar de nuevo implica un zurzido que siempre se nota. Un sobresalto en el camino, una abultamiento en un terreno hecho de ternura, una aspereza que debe r ser limada por el tiempo, si es que lo consigue, porque hasta esto se vuelve difícil en ocasiones.
         Cuántos más remiendos tenga el corazón, más mullido estará su centro, más blandito y amoroso, más compasivo y comprensivo; tanto que, cada vez más, abrirá sus puertas sin miedo para que entren los mejores pólenes de las flores más hermosas. Y  germinará un campo lleno de color que nunca se perderá en la retina de quienes tengan la inmensa suerte de haberle gozado.
         Quisiera dejar huellas siempre;…rastros de cometa…estelas de luz; nunca cicatrices, nunca rasguños.