Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 12 de mayo de 2015

LA BURBUJA DE LA MENTE



Todos tenemos una burbuja mental que puede servirnos de despensa y reserva. Un lugar donde resguardar lo que queremos. Un espacio vacío solamente lleno de lo nuestro.

Cuando escucho a la gente abrazar un imposible se que lo hacen desde esa burbuja. Es como si en ella todo lo que se desea tuviese existencia real. 

Durante mucho tiempo me ha parecido algo estúpido desde mi sentido práctico. Para qué abrir un lugar donde depositar lo improbable y lo insostenible. Por qué alentar ilusiones que no llegarán a término. 

Se me hacía costoso de comprender. Mejor dosis industriales de profunda realidad.

Ahora logro atisbar que en cierto modo es una defensa de nuestro cerebro para no morir en ese crudo escenario, día a día.
Es necesario soñar pero siempre teniendo los ojos abiertos.  ¿Difícil?...No es fácil, pero sí necesario.

Quiero soñar pero controlar el sueño. Quiero amar pero controlar la desesperación del desamor cuando llega, quiero reír pero sin dejar de saber dónde están las lágrimas y quiero volar pero sin dejar de ver la distancia al suelo.

La burbuja de la mente puede, también, ser un lugar que siempre nos espera. Callado, silencioso y nítido. Cálido y tierno. Lleno de dulces sensaciones dispuestas a acunarnos.

No necesitamos nada, en realidad. Todo está donde debe estar y por algo. No se puede impedir la lluvia, ni atar las tormentas. No se puede pedir sinceridad sin darla, ni amor sin regalarlo. 

Todo lo mejor de esta vida es gratis lo que no quiere decir que no cueste su mantenimiento. Porque al fin y al cabo, en la dinámica de la existencia todo es un intercambio. Sin precio pero con coste.

Si quieres recibir no hay más que empezar por dar.

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