Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 17 de enero de 2015

¿CON CUÁL DE ESTAS DOS ACTITUDES TE SITÚAS EN LA VIDA?



“EXISTEN DOS MANERAS DE PERCIBIR LA VIDA: como un camino lleno de obstáculos, miedo, sufrimiento y dolor o como una oportunidad de disfrutar la alegría, la armonía, la paz y el amor.”
EL PODER CURATIVO DEL AMOR
GERAL G. JAMPOLSKY

La teoría está bien. La frase perfecta. Pero cualquiera puede responder…” Y yo dónde me encuentro entre esas dos actitudes.”
Sabemos que la vida, lo que nos pasa, lo que experimentamos solamente representa un 10% en relación a cómo lo interpretamos y por tanto a los pensamientos que generamos en torno a ello.

Los pensamientos son el primer paso de las emociones. Una millonésima chispa de pensamiento enciende una emoción al instante y ésta construye, inmediatamente, un comportamiento respuesta. La clave parece, entonces, que estaría en poder controlar el pensamiento. En darnos tiempo suficiente para remodelar éste, para pintarlo en otro color y en un tono diferente.

Tendemos a presuponer, al adelanto de las desgracias, a ver solamente la parte negativa de lo negativo e incluso lo negro de lo blanco.

En todo lo negativo hay algo positivo. Cualquier acontecimiento nefasto nos ha traído, a la larga, algo que nos ha abierto otras puertas. El caso está en tener paciencia. En esperar a que pase la tormenta, a que el viento amaine y el cierzo se acalore. En salir al encuentro de nuestro destino y a decirle que estamos ahí, esperándole.

No me cansaré de expresar lo importante que es visualizar ”como si”… el logro se hubiese producido. Imaginarnos completamente invadidos por una luz poderosa que nos imanta con una fuerza especial. Vernos serenos ante lo que queremos que pase porque esa fe hará el milagro.

No importa la religión, el sistema de creencias o la ideología a la que nos acojamos. En todas se alude al poder de la fe. El amor es fe. La vida es fe. Cada instante es fe.  

En esa fe, la de cada segundo, vivo.

viernes, 16 de enero de 2015

DESHACER NUDOS



                 Aunque parezca mentira, todo pasa. 

No es que el dolor desaparezca por arte de magia con el paso del tiempo, sin más. No. No es eso. Lo que ocurre es que después de días muy difíciles llegan otros que no lo son tanto y, entonces, tenemos la oportunidad de emprender acciones que nos ayuden a deshacer los nudos y aligerar las penas.

                  Al principio del duelo, significando éste una separación del tipo que sea –y cuando digo principio me refiero a los primeros años- yo solía sentir la sensación de tener una piedra pesada y enorme entre el centro del pecho y la boca del estómago. Mi psicólogo, me decía que esa piedra grande estaba hecha de las emociones atascadas que no había podido digerir a lo largo de la vida. 

          Cada uno de nosotros, desde que nacemos, tal vez desde antes, guardamos en nuestro interior el dolor que vamos acumulando. 

           Ese dolor puede convertirse en una enfermedad si no le hacemos caso. La primera buena noticia es que no hace falta enfrentarnos de golpe a la piedra entera.

            La segunda, es que duele menos deshacerla que mantenerla. 
           Y la tercera, y tal vez la más importante, es que a la que estamos firmemente decididos a seguir adelante, el Universo entero se pone de nuestra parte.

           Se trata de dar el primer paso al vacío. 

Si nos atrevemos, aunque sea muertos de miedo y con los ojos cerrados, sorprendentemente aparecen escalones donde antes no había nada.

Merce Catro Puigautora del libro: "Volver a Vivir"

miércoles, 14 de enero de 2015

PAPEL DE REGALO



Ayer estuve envolviendo, aún, uno de los regalos de navidad que no había podido entregar. Cuando lo hacía me di cuenta de que ponemos mucho empeño en buscar un envoltorio bonito, agradable a la vista, sugerente y un parejo al carácter de la persona que lo recibe. 

A veces, vamos a buscar un papel y un lazo lejos. Rebuscamos, dedicando a este acto, un tiempo que parece que merece la pena. Sin embargo, cuando se reciben regalo lo que menos importa es el papel que lo contiene. Se abren deprisa, se rasga sin cuidado y apenas comienza un hueco a aparecer, metemos los dedos para poder sacar la sorpresa de su interior.

No deja de haber un paralelismo con las personas. En ocasiones somos papel de regalo sin más. Muy dedicadas al exterior. Cuidado el maquillaje, la piel, los músculos y el cuerpo. Depilados, hidratados y con la piel brillante salimos a la calle para presentarnos con un brillo que o bien confunde o a veces no significa nada porque en realidad, las personas que interesan son las que rasgan rápido el envoltorio y van a descubrir lo de dentro.

Nos ocupamos muy poco de tareas que deberían formar parte de las rutinas diarias al igual que ducharnos o prepararnos para estar lo mejor posible ante nosotros mismos y los demás. 

Pensemos cuánto tiempo dedicamos a realizar un ratito de respiraciones saludables, rítmicas y profundas, pausadas y pautadas. Con la mente en blanco o en colores que eviten el negro o el gris. Por cuánto tiempo repasamos las acciones del día, los errores cometidos, los aprendizajes desprendidos de ellos o las acciones que hemos dejado de hacer y nos habría convenido realizar. 

Cuidamos poco las emociones, los estados de ánimo, las tristezas y la melancolía. Nos parece que solo podemos sufrirlas cuando aparecen. No es así. Podemos hablarles, hacerles hueco y dejar que reposen. Revelarse es perpetuar su estancia.

Generalmente, cuando descubren que no tienen nada que hacer allí, se aburren y se van.

Es importante estar bien presentados, pero es aún mejor estar bien “sentidos” y eso no depende del papel del envoltorio ni del lazo del regalo que somos. En realidad, solo depende de nosotros que la sorpresa del interior sea de lo mejor.

lunes, 12 de enero de 2015

TENER SIN RETENER



Las realidades más grandes y más bellas,
tanto más las tendrás
cuanto menos las retengas y poseas.

Si quieres tener el mar, contémplalo...
abre tus manos en sus aguas y siente como tienes el mar en ellas.
No tendrás nada, quedarán vacías
si queriéndolo retener, tus manos cierras.

Si tienes un amor que quiere marchar,
no intentes retenerlo,
pues para siempre lo perderás.
Déjalo ir libre como el viento
y las mieles que bebiste, siempre quedarán.

Si quieres tener el viento,
extiende tus brazos... abre tus manos,
y todo el viento será tuyo.
Si quieres retenerlo se escapará entre tus dedos.

Si quieres tener a tu hijo,
déjalo crecer, déjalo partir y que se aleje.
Lo tendrás maduro cuando regrese...
porque, si intentando protegerle, lo retienes,
lo perderás para siempre.

Si quieres tener el sol
y su espléndida luz gozar,
no quieras en tus retinas poseerla,
pues así, tan sólo obtendrás oscuridad...
¡Abre los ojos! y extasiado contempla
las maravillas que él te da.

Si quieres vivir el gozo de tener,
no receles retener ni poseer.
Goza de la mariposa que revolotea,
goza del río que va siempre adelante,
de la flor que se abre cara al cielo...
goza de la plenitud de ese amor sincero...

Goza teniéndolo todo, sin perder nada
¡es tenerlo todo, sin poseer nada!...
Sólo así gozarás de la vida: ¡dejándola correr sin retenerla!
¡sabiendo que es tuya!... sin poseerla.

(Texto de autor desconocido)
Publicado por Loles Andarina


domingo, 11 de enero de 2015

CODIGO DE ETICA DE LOS INDIGENAS NORTEAMERICANOS



***    Me ha gustado mucho a pesar de conocerlo con anterioridad. Que nos sirva de reflexión para iniciar la semana. Feliz comienzo      ***

1. Levántate con el sol para orar. Ora sola(o). Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.

2. Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de
un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.


3. Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y solo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.

4. Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración.
Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.


5. No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad,
de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.


6. Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.

7. Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas.
Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.


8. Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que
pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.


9. Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser
perdonados.


10. Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.

11. La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia en este mundo.

12. Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.

13. Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.

14. Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de
la voluntad de uno en este universo.


15. Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente.
Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.


16. Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.

17. Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.

18. Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.

19. Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los
demás tus propias creencias.


20. Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad