Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 15 de agosto de 2015

EL PODER DE LOS SUEÑOS



Hay sueños que se sueñan sin pretenderlo. Sueños que invaden parte de la noche. Sueños que se convierten en pesadillas.
Nada hay tan real como un  sueño cuando sucede. Tal vez, la propia realidad sea un sueño de alguien. Una fantasía vivida con crueldad y pincelada con retazos de felicidad a cuentagotas.


Cuando hablamos de sueños nos acercamos a la nada. Parece que se esfuman nada más vivirlos. Por eso también parece que carecen de valor.


Sin embargo, he llegado a la conclusión de que los sueños son un excelente refugio para las horas bajas. Un recurso magnífico para visualizar lo que se desea cuando los ojos están abiertos. Un puente hacia otro mundo, porque olvidamos muy frecuentemente que hay más mundos que éste. Que hay vida más allá de la nuestra.
El tiempo dedicado a los sueños no es perdido. Ni el que sucede cuando dormimos, ni el que imaginamos cuando estamos despiertos.


Tal vez no sucedan nunca. Posiblemente no ocurrirán así. Seguramente nada será ni parecido a lo soñado, pero al menos habremos pasado un magnífico tiempo en la cima de un  supuesto placer que es más puro incluso que el mismo deleite en acción. 

Porque nada sucede con más agrado que en la imaginación y si no preguntemos a nuestro magnífico caballero andante D, Quijote de la Mancha. Él vivió, sin vivirlo, las más deliciosas aventuras y el amor más puro sin que la propia realidad le llevase la contraria.


Tengo sueños por cumplir. A veces me da cierto respeto que lo que sueño sea más bello que la realidad misma.


No importa. Si la vida no me deja cumplirlos, si cuando se cumplan no son tan exquisitos…nada sucederá porque me habré llevado lo mejor de cada uno en lo más profundo de mis adentros.

Calderón nos decía:


…”¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”

Vida y sueño…una misma realidad en la mente del soñador.

viernes, 14 de agosto de 2015

¿A GUSTO CONMIGO?



Me gustaría ser sagaz. Avispada y sutil. Me gustaría verlas venir. Estar al quite. Ver las hierbas nacer.

Me gustaría tener la agilidad mental suficiente para que antes de sucederme el tropiezo fuese capaz de quitar la piedra o de darle a alguien con ella en su propia tropelía.

Me gustaría tener la palabra exacta en el momento justo. Me gustaría ser mordaz y tener ese sentido del humor ácido que es capaz de romper la cordialidad para quedarse con la mejor parte.
Me gustaría y no. 

Sobre todo me gustaría porque tengo una especie de inteligencia poco práctica que casi nunca juega en  mi favor. 

A veces, un puntito más de egoísmo, una pizca de soberbia o un trocito más de orgullo harían de mí una poderosa ración de delicatesen.

Sin embargo, soy una persona que resulto cómoda. Alguien que le gusta crear buen ambiente a su alrededor y si puede ser, añadir siempre actitudes donde abunden las sonrisas, las palabras sencillas, los momentos dulces.

Pero la vida no solo tiene flores. Hay caminos tortuosos, senderos llenos de piedras, veredas secas sin encanto y hasta mares sin agua. Y es difícil redecorar el ambiente. Pero hay que hacerlo.

Todos tenemos un sexto sentido. Un rincón donde solo está lo mejor nuestro. Una melodía, un aroma, un color o un sabor que solamente ellos pueden arrancarnos una sonrisa.

Todos vamos aprendiendo a ser maestros. A cada instante, con cada paso, a cada momento. Porque nos enseñamos a nosotros mismos cada vez que nos fallamos y porque si te fallan los demás no te enseñan nada de ti, sino de ellos. 

Por eso, me aplicaré y seré más observadora, menos impulsiva y transparente, más sibilina y muchísimo más hermética…aunque pensándolo bien, tal vez no cambie en absoluto porque ser un poco tonta, un poco ingenua y un poco incauta también me ha reportado mucha felicidad.

miércoles, 12 de agosto de 2015

COMIENZA POR DAR



Hoy estamos en una época donde todo se resume en recibir. Queremos recibir abrazos, besos, amor, dinero, saludos, bondades, éxitos, reconocimientos… Recibir y recibir.
Pero no se puede recibir si antes no viene propiciado por un “dar”. Se trata de la acción-reacción.
Todo lo que vivimos y hacemos tiene consecuencias. Absolutamente todo. La acción más insignificante. Todo pasa una factura y todo tiene su recompensa.
No hay que actuar pensando en la vuelta. Lo que se entrega se compensa, tarde o temprano. Lo hace.
Veamos este texto que nos puede ayudar a comprender este mensaje tan importante para modelar nuestra forma de actuar, desde el corazón. Sin esperar. Pero sabiendo que llegará.
_______________________________________
"El universo opera por medio de un intercambio dinámico... Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía del Universo.

Si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del Universo circulando en nuestra vida."

En realidad, practicar la ley del dar es muy sencillo:

              “Si deseamos alegría, démosle alegría a otros; Si deseamos amor, aprendamos a dar amor; Si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; Si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza.

         En realidad, la manera más fácil de obtener lo que deseamos, es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean. Este principio funciona igualmente bien para las personas, las empresas, las sociedades y las naciones.

Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo el mundo, todas las cosas buenas de la vida.

"Todo lo que damos regresa a nosotros" y es verdad. Intentemos hoy dar algo positivo a quienes nos rodean y veremos los resultados.

Se habla del efecto boomerang, del dar para recibir. Todos comprendemos el mensaje pero eso no alcanza. Es necesario practicar, cambiar, transmutar. ¿Cómo? Tenemos que aprender sobre todo a cambiar decretos, a imaginar de una manera diferente, a potenciar las buenas energías que yacen en cada uno de nosotros.


martes, 11 de agosto de 2015

CÁNSATE. DI NO



Cánsate. Pero cánsate de verdad. Di No. Atiende a lo que no te gusta. Niégate. No regales si no te hace sentir bien. Vuelve la cara, date la vuelta y déjate ir.


Ríndete a lo que la razón te dice. Deja a un lado el corazón que tanto te ayuda a engañarte. No vuelvas a llorar por lo que permites sin quererlo.

Hazlo ya. No hay más tiempo y el que hay ya se ha perdido.
Vuelve a ti. A tu centro. A lo que de verdad te reconforta. No sigas a otros al ritmo del juego que quieran jugar.

Que no sean ellos los que ponen las reglas. Que seas tú el centro de tu vida.

Decir NO es la opción que te falta. Las otras las has agotado todas.

Ríete cuando los otros se sorprendan. Siéntete en plenitud cuando digan que no comprenden. No les interesa porque descolocas sus piezas y entre ella tú sólo eres una más sin diferencia.

Porque siempre has dicho SI. Porque se lo has puesto muy fácil. Porque bajaste ya dos escalones y sigues en carrera de descenso.

Niégate. Quédate a solas contigo pero sin la angustia de saber que te manejan.

Eres inteligente pero tú mismo abusas de tu forma de esperar, de tu paciencia y de tu conformismo. Porque crees que dando más eres mejor y sin embargo compruebas que dar más significa importar menos.

No permitas la injusticia, ni la estafa emocional. Niégate a estar aún más abajo.

Di No y dilo con la cabeza alta, con la mirada al frente y dando ya el primer paso de otro tiempo donde solo puedas ascender.
Cánsate de verte día a día en el mismo lugar y dando gusto a quienes deciden por ti.

Reacciona. Avanza. Sigue.

Tu solo tal vez. Más ligero quizás. Más sereno posiblemente.
Di No y dítelo a ti mismo primero. Créetelo. Acéptalo y después, dilo. 

Así. Simplemente. No.

lunes, 10 de agosto de 2015

PINTAR EL COLOR DEL DÍA



Me ha gustado esta reflexión para comenzar la semana con el ímpetu necesario.

Se trata de pintar de colores los días. Amanezcan como amanezcan…

Veamos…

____________________________________________________

…“Los hay, desde luego. ¡Y muy frecuentes! Hay días en los que brilla el sol y la vida sigue como siempre: las cosas no han cambiado, nada urgente nos falta en apariencia y sin embargo... Nos sentimos mal, como incompletos, como... insuficientes, como desalentados y extraños.

Ese día en que abres los ojos y no sabes por qué, traes un desánimo que te nació en el sueño, que te brotó en lo alto de la noche y se filtró a tu alma gracias a quién sabe qué asociaciones oscuras y angustiosas. Ese día en que te cuesta trabajo levantarte. 

¡Ayer estaba todo bien! Ese día en que presientes que nada va a ir como tú lo deseaste, ese día que no tiene color, cuyas primeras horas son de laxitud, recelo o ligera zozobra. Ese día, es un día que nació gris. 

Nunca se puede evitar esto. La química de nuestro cuerpo, la inercia de nuestra psique, la reacción desconocida de factores internos a estímulos que no descubrimos todavía, nos quieren pintar este día de gris. Gris opaco. Gris depresivo.

 Gris pasivo. Gris marginal. Pero lo que sí puedes hacer, cuanto antes, es tomar tú mismo, tú misma, la decisión de activar tus propios pinceles y aprovechar ese gris neutro para inundarlo de figuras diversas: ¡Flechas verdes, curvas doradas, zig-zags blancos, puntos azules!.

Puedes convertir en unos cuantos segundos o minutos ese panorama triste en un deseo realizable, un canto que te estimule, un silencio que te hable. 

No hay días grises... ¡todos son iguales! Quien les da color eres tú. Quien es capaz de alegrarse con la lluvia o admirar la tempestad, eres tú. Quien se echa a llorar bajo un sol espléndido o un cielo maravilloso, eres tú. Porque no son los días los que te dan color. Eres tú quien puede pintar como desees, cada día.

Si sientes que comienza todo gris... ¡Decídete y llénalo de color! Cierra los ojos. Respira hondo, piensa claro... ¡Y vive como nunca el día de hoy! ¡Los mejores colores de la vida están siempre dentro de ti mismo! Abrir los ojos a otro día, es un regalo que no siempre vas a tener.”

Jose Luis Cainzo