Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 10 de enero de 2016

VENCER EL MIEDO



Todos tenemos miedo. Todos lo tenemos a algo. Tal vez difiera el objeto del miedo pero el sujeto es el mismo, nosotros.
          Todo consiste en vencer el miedo. En oponer resistencia aunque aparezca y en hacer lo que tengamos que hacer de igual modo.

Ante cualquier nuevo reto, aparece el miedo. Los acontecimientos sorpresivos que nos descolocan, nos dan miedo. Miedo a salir y miedo a quedarnos. Miedo a las críticas, a los comentarios, al poder del mal extendiéndose como un virus en torno nuestro. 

El miedo tiene un enorme poder paralizante. Es un inmenso muro puesto delante de nuestra intención. Nos bloquea, nos anula.
Podemos pasar mucho tiempo temiendo. Alimentando nuestros fantasmas. Sosteniendo la bandera del temor ante el cambio, ante lo nuevo, ante la vuelta de lo viejo… y sin embargo, en un instante darnos cuenta que es muy simple salir de ello.
En un simple chasquido de dedos. En un abrir y cerrar de ojos.  En esa chispa que se enciende en nuestro interior cuando vemos con claridad.

Hay que hacerlo. De un modo u otro. Hay que hacerlo.
Lo que sea que te cause temor. Aún con él y junto a él mueve tu ficha. Seguro que al otro lado del miedo te está esperando un puñado de dicha que ni sueñas ahora mismo.

La primera satisfacción la tienes asegurada por traspasar tus propias barreras, tus límites, tus muros. Haber cruzado la línea del miedo nos da fuerzas. Nos encontramos con otro “yo”. Uno que se aleja casi siempre  cuando en vez de “hacerlo” solo lo pensamos.
El miedo se deshace ante la decisión de avanzar. Pasa con nosotros sin hacer ruido, espera nuestra reacción, se asegura de su posición y ataca o se retira. 

Por eso, cuando el miedo asome a tus pupilas no cierres los ojos, míralo de frente y dile tranquilamente que lo vas hacer igual.
Estoy segura de los beneficios y las bondades de pisar la raya, de poner el pie encima de la mina, de cerrar la puerta por fuera.

¡Ten miedo, pero hazlo igual!

3 comentarios:

  1. Gracias..., querida amiga del alma.Me encanta pensar que las puertas se abren tras el miedo, porque detrás del miedo no hay nada, todo es aparente, nada más. Un beso y mil besos más.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Siiiiii, así es...sólo claridad! No hay que temer y si tememos hay que avanzar igualmente. Un beso y gracias por tu amistad, una y mil veces¡

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