Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 21 de febrero de 2016

VIAJE A ÍTACA (Relato del domingo)



DOMINGO ANTERIOR

.-¡Voy a contestar! Es mi amigo. Nos puede ayudar.
.-¡Nadie nos puede ayudar. No conteste!.-La tensión dentro del vehículo era cada vez mayor. No podían entender cómo se habían visto involucrados semejante circunstancia que se añadía a sus problemas sin ningún sentido.

El teléfono seguía sonando. Owen apretó el botón verde.
 La mujer se dio la vuelta con la intención de impedir aquella conversación. Sin darse cuenta perdió el control del volante y un estruendo inmenso dejó en silencio absoluto aquel momento…

_______________________________________________ 

Domingo 21 febrero 2016

Swa comenzó a abrir los ojos, pasado mucho tiempo. La noche se había esfumado. Un fuerte olor a goma quemada invadía el vehículo. El tronco de un árbol había sesgado la cabeza de aquella mujer que pendía entre un amasijo de hierros cerca de ella.

Entre tanto, Steve había llamado a Valeria. Nadie contestaba a la desesperada llamada que repetía en el teléfono de Owen. No sabía qué hacer.

Valeria y él habían quedado de nuevo en verse en el vestíbulo del hotel donde se había quedado. Se encaminó hacia allí no sin antes repetir diversas llamadas al teléfono de su amigo.

Estaba preocupado. Muy preocupado. Sin embargo no podía hacer nada hasta que Owen le devolviese la llamada. No sabía dónde estaba. Tampoco tenía ninguna pista para empezar a buscarle.

A lo lejos divisó la imagen de Valeria apoyada en la cristalera de una joyería que colindaba a la puerta de entrada del hotel. Se acercó despacio para sorprenderla.

.-¿Qué anillo te gusta más?.

.- ¡Steve! ¿de dónde sales?. No te he visto llegar.

.-Aquí, tras de ti como seguro que he estado siempre.- De nuevo aquel empedernido seductor preparaba su estrategia para rendir a la bella mujer.

.-¡Qué cosas me dices!

.-Nada más ni nada menos que las que mereces. Nunca he visto a una mujer tan bonita.- Cada palabra de Steve abría un hueco más profundo en el deseo de aquella desconocida en el que se colaba este hombre con suma facilidad.-¿No me dices cuál es el que te gusta más?.

.-¡Oh sí!. Aquél.- Apuntando con su dedo índice señaló un fino aro que sostenía un enredado ocho de brillantes.

.-Será para ti.

.-¿Por qué tendrías que regalármelo?.-Respondió la mujer reaccionando ante las envolventes palabras de Steve.

.-¿No te gustaría?

.-He preguntado ¿por qué?.

.-¡Por favor!, perdóname. No he querido ofenderte. Todo lo contrario. Solamente quiero verte feliz. Me vuelve loco tu sonrisa. Desde que te conozco no puedo pensar en otra cosa.- A pesar del intento que Valeria había hecho tratando de sacudirse los lazos con los que Steve la adornaba, cambio el tono de su voz para seguirle.

.-Perdóname. He sido una estúpida. Podemos entrar a cenar si te parece.

.-No, aquí no.- Su afán de demostrar una galantería desligada de su íntimo deseo de poseerla le llevó a rechazar la propuesta de quedarse en el hotel.- Conozco un sitio mejor.- y diciendo esto llamó con su mano a un taxi cercano que circulaba libre.

Swa no podía moverse. Su ángulo de visión era muy pequeño. Buscaba a Owen desesperadamente. Encima de su regazo estaba el móvil. Milagrosamente, intacto.

Giró levemente su cabeza. Owen había desaparecido. ¡No podía ser!, ¿dónde estaba?. De nuevo la desesperación se apoderó de ella…

No hay comentarios:

Publicar un comentario