Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 22 de mayo de 2016

VIAJE A ÍTACA ( Relato del Domingo)



Domingo anterior

.-Dígame qué es esto o tendré que detenerle.

.- No lo sé. Ella lo metió en mi chaqueta. Tal vez para incriminarme de algo que no tengo idea. – El resto de los agentes se acercaron al papel. Ninguno identificaba qué idioma era el que se había utilizado para escribir aquellas palabras. Uno de ellos metió la carta literalmente en los ojos de Owen.

.-¿Sabe qué dice?... El psiquiatra la miró detenidamente.
.- No lo sé. Lo único que puedo decirles es que está escrita en sanscrito, un antiguo idioma de la India.

.- Inmediatamente fue esposado.- Una lágrima impotente rodaba por sus mejilla.

 Estaba perdido…
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Relato del Domingo

22_05-2016

Swa tirada sobre su propia sangre recuperó la consciencia lentamente. No podía creer lo que le había sucedido. Estaba allí, en aquel siniestro lugar, rodeada de sangre y con un intensísimo frío que calaba sus huesos hasta el fondo.

Ni siquiera podía llorar. Se fue incorporándose lentamente y arrastrando sus pies logró salir al exterior. A lo lejos, pero a una distancia cercana, se hallaba el cuerpo sin vida de aquel hombre que completaba el trío que les había secuestrado.

Tenía unas inmensas ganas de chillar pero comprobó que se había quedado sin voz. Ningún movimiento en sus cuerdas vibratorias. Ni un solo susurro salía de su garganta. 

No sabía qué hacer. De pronto, notó que entre sus ropas maltrechas se desplazaba aquel móvil por el cual habían sucedido tantas desgracias. Temblorosa e impaciente buscó entre lo que eran despojos de tela. Allí estaba aún conectado. Apenas tenía batería. En la pantalla un gran número de llamada perdidas.

El nombre de Steve se repetía una y otra vez. Podía llamarle. En su mente se agolparon aquellos miserables recuerdos que la mantenían alejada de él.

Había sufrido una relación escabrosa de la cual solamente tenía sensaciones de malestar. Había amado a un espectro. Nunca llegó a conocerle o, tal vez, le conoció demasiado. 

Incapaz de ser fiel a sí mismo, iba dejando un rastro de mujeres engañadas por su manera de enredar palabras con hechos siempre diferentes a la realidad.

Le había costado un esfuerzo inhumano volver a confiar en alguien. Se sentía incapaz de no estar a la defensiva ante cualquier hombre y ahora, allí, era el único que conocía la historia de Owen y  aquel secreto que había costado ya tantas vidas.

Por un momento, se planteó  lo estúpida que resultaba la maldad, lo ridículo de la mentira y la inutilidad del sufrimiento inmerecido.

No le llamaría. Para ella estaba muerto y nadie sin vida puede coger una llamada.

La batería se agotaba por momentos.

Owen acababa de entrar en el coche policial. De pronto recordó que Swa tenía su móvil.

.-Por favor, mi compañera tiene mi móvil. Tienen que buscar la señal para saber dónde se encuentra. Por dios! háganlo rápido. Ella podrá explicarles qué ha sucedido.- Uno de los agente, sin decir nada, comunicó con la unidad central. Pedía la localización del número de Owen.

Esperaron unos instantes que al doctor le parecieron  siglos.
.-No logran encontrar la señal.

.-¡Lo tiene ella. Tienen que encontrarlo. Puede estar en peligro.!.-Tras un nuevo intervalo de tiempo, dilatado y angustioso, el agente compañero del anterior pronunció las palabras que tanto esperaba Owen.

.-Está cerca de aquí. Hacia el sur. ¡Vayamos!. Arrancaron el coche con suma rapidez.

Swa se había derrumbado en el suelo, no lejos del cuerpo del hombre muerto. Su mano agarraba fuertemente el aparato que terminaba de apagarse.

Apenas podía mantenerse consciente. A lo lejos unas luces deslumbraron sus ojos entreabiertos.

.-¡Allí inspector!. ¿Ve los cuerpos sobre el suelo?.-Owen comenzó a gritar.

.-NOOOOOO!!!, Swaaaaaa!!!!!.-el agente que estaba sentado al lado del psiquiatra tuvo que sujetarle para evitar que su cabeza se golpease una y otra vez contra el cristal.

.-¡Quíteme estas ridículas esposas!, ¡Yo no soy el criminal!.-El inspector asintió con la cabeza. Comprendió que estaban cometiendo un terrible error con aquel hombre.

Llegaron a la altura de los cuerpos y pararon el vehículo. Owen se tiró del coche y sin dilación se arrodilló en el suelo para abrazar el cuerpo inerte de su amada.

.-Swa!! Amor mío! Mírame!...Swa!!!!!....






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