Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 14 de julio de 2016

¿QUÉ HARÍAS TÚ?



Estamos en un momento difícil. Tenemos muchos ejemplos para  criticar. Unos roban, otros estafan, los de cerca te timan, los de lejos malversan… un sinfín de despropósitos que estamos listos a condenan.

Hay quien dice que lo criticamos por envidia; que realmente si estuviésemos en su lugar haríamos lo mismo o incluso peor. Nos negamos a creerlo. ¿Nosotros?, no, no. Nosotros, no. Pero realmente detrás de estas palabras queda la duda. ¿Venderíamos nuestra honradez más rápido de lo que creemos? ¿Y si al aprovecharte de algo nadie te ve y no se va a notar?.

Hay que pasar por ello para medirnos a nosotros mismos.
Lo que es seguro que actuar bien, sin que nadie nos mire, es la única garantía de que ese comportamiento correcto está en ti.

Y recordemos, nunca sabemos qué consecuencias tendrá el robo de una simple manzana. Para otros o para ti mismo.

Veamos este breve texto.

__________________________________________________________________

Hace años un predicador se mudó de residencia.  Poco después, se subió en un autobús para ir al centro de la ciudad.  Al sentarse, descubrió que el chofer le había dado una moneda de más en el cambio. 

Mientras consideraba que hacer, pensó para sí mismo, "Ah, olvídalo, es solo una pequeña moneda. ¿Quién se va a preocupar por tan poca cantidad? De todas formas la compañía de transportes recibe mucho de las tarifas y no la echarán de menos.  Acéptalo como un regalo de Dios."  Pero cuando llegó a su parada, se detuvo y, pensando de nuevo, decidió darle la moneda al conductor diciéndole, "Tome, usted me dio esta moneda de más." 

El conductor, con una sonrisa le respondió, "Sé que es usted el nuevo predicador del pueblo. He pensando regresar a la iglesia y quería ver que  haría si yo le daba demasiado cambio”

Se bajó el predicador sacudido por dentro y dijo: "Oh Dios, por poco vendo a Tu Hijo por una moneda." 

Nuestras vidas serán la única Biblia que algunos leerán.
 





No hay comentarios:

Publicar un comentario