Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 13 de noviembre de 2016

CAMINO EQUIVOCADO...



Lo peor no es no ver, sino que ni siquiera te vean.

Todos nos equivocamos, caemos en ello y a veces, rectificamos.

La mala noticia llega cuando crees estar despierto sin estarlo, cuando te abalanzas contra la pared y ni siquiera la percibes y sobre todo cuando te invade la soberbia y no te paras ni a pensar en ello.

Otras veces, uno cree llevar la lámpara encendida y va tranquilo creyendo que otros nos ven, sin embargo puede que ya haga mucho tiempo que se ha apagado y hayamos perdido el norte.


Veamos este breve cuento al respecto.


El ciego y la lámpara

Cuando un ciego se despedía de su amigo, éste le dio una lámpara. 

“Yo no preciso de la lámpara, pues para mí, claridad u oscuridad no tienen diferencia” -dijo el ciego.

“Conozco al respecto, pero si no la lleva, tal vez otras personas tropiecen con usted” -dijo su amigo.

-"Está bien"

Luego de caminar en la oscuridad tropezó con otra persona....

-“¡Huy!”-dijo el ciego.

-“¡Hay!” -dijo la persona chocada por el ciego en la oscuridad.

-“¿Usted no vio esta lámpara?” -dijo enojado el ciego.

-“¡Amigo! Su lámpara estaba apagada” .

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¡Cuidado! Mira a ver cómo está la tuya!...si está apagada, !enciéndela!

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