Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿TE CUIDAN... CUIDAS?



Hay que ser cuidadosos en todo. Con nuestros afectos, en nuestras luchas, con nuestros dolores, con nuestros odios, en nuestras iras o en nuestros desvelos.

La espontaneidad es una virtud que hay que pulir. Me he dado cuenta que la pasión, la euforia, el creernos claros en nuestros juicios y meridianos en nuestra defensa, debe pasar por filtrar.

Ni negro ni blanco, ni bueno ni malo, ni frío ni calor. Hay que tender al medio porque tanto se sufre cuando  uno es apático como cuando la euforia nos eleva a las alturas de las posibilidades.

Una de las actitudes más valiosas de quienes están a tu lado es la del  “cuidado”. Sentir que están pendientes de tu frío o tu calor, de tu dolor o tu alegría, de lo mejor de ti y de lo menos bueno…eso es lo más.

En realidad, todos lo buscamos. Cuando somos pequeños nuestra casa es nuestro santuario y la madre el mejor de los regalos. 

Nos cuida; y nos cuida sin descanso, por encima de cualquier cosa y para protegernos de todo. 

Cuando tenemos una pareja es esa sensación de cuidado la que mueve al fin. Alguien que te quiera, decimos, y que te cuide. Y cuando digo “te cuide” no me refiero a las acciones materiales que pueda conllevar que estemos bien, sino sobre todo, a las que no se ven pero se sienten.

De las amigas también queremos ese cuidado, de todos aquellos con quienes nos unan lazos invisibles de afecto.

La pregunta obligada es: ¿Cuidamos nosotros?. ¿Cómo me comporto con quien tengo al lado?¿Le hago saber que le extraño?¿Estoy pendiente de su queja?¿Me emociono con su emoción y me apeno con su dolor?.

¿Estoy ahí para ti?¿Estás ahí para mí?

Inspira. Exhala. Respóndete. Actúa.

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