Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 2 de diciembre de 2016

LA IMPACIENCIA ORIGEN DE LA ANSIEDAD



La ansiedad nos afecta todos. ¿Quién no tiene ansiedad por algo?. Lo que debemos cuidar es la frecuencia y la intensidad de la ansiedad. A veces, la ansiedad nos da un empujón y nos mueve a la acción. Otras, nos paraliza.
La ansiedad está anclada en el miedo. Hay que mirar qué miedos anidan dentro de cada uno. 
El miedo, a su vez, está ligado al apego. Uno tiene miedo “a perder” aquello a lo que está apegado. En todo caso, es un círculo que nos engulle. Una espiral de fondo infinito que nos lleva directos a la enfermedad.
Todo se complica con ella. Si lográsemos “soltar” poco a poco lo que nos da miedo perder, lograríamos estabilizarnos en el equilibrio, en el sosiego y en la calma.
Veamos este breve cuento que explica nuestra reflexión de hoy.


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“Un estudiante de artes marciales fue hasta su profesor y seriamente le dijo, “Soy un devoto al estudiar su sistema marcial. ¿Cuánto tiempo me tomará dominarlo?”. La respuesta del profesor fue improvisada, “Diez años”.


Impacientemente, el estudiante replicó, “Pero quiero dominarlo mucho antes que eso. Trabajaré muy duro. Practicaré a diario, diez o más horas al día si es necesario. ¿Cuánto tiempo tomaría entonces?” El profesor pensó por un momento, “veinte años”.



La impaciencia complica básicamente todo aspecto de la vida incluyendo el aprendizaje. Muchas veces esta misma impaciencia o apuro por conseguir las cosas viene de la mano del capricho, la envidia o algún vacío que tenga la persona.



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