Me ha gustado el artículo. Puede que sea útil para muchos. Os lo dejo hoy
como reflexión.
Podemos ponerlo en práctica…y a ver qué sucede.
Feliz tarde
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La manera en que te comunicas con el Universo es demasiado importante para
poder sentirte a gusto en tu vida. De la misma manera en que te comunicas
contigo mismo y con las demás personas, la comunicación con el Universo es
vital para disfrutar de armonía, paz y plenitud en tu existencia.
Cuando no nos comunicamos con fraternidad con otras personas se generan
conflictos, mal entendidos, discusiones, peleas y guerras. Cuando no nos
comunicamos amorosamente con el Universo este no se siente ofendido ni nada de
eso, simplemente no logra comprender lo que estamos tratando de decirle.
Muchas veces te responde entregándote lo mismo de siempre o lo contrario a
tu pedido.
Esta es una de las grandes razones de por qué no nos funciona la ley de
atracción cuando pedimos algo que queremos manifestar en nuestra vida.
Comúnmente no expresamos nuestra intención en un idioma comprensible para
Universo.
La forma en que nos comunicamos se encuentra en pleno desarrollo y
perfección. Aun tenemos mucha influencia del ego y seguiremos con esta
influencia hasta que demos paso al amor incondicional.
Y cuando digo expresar, no solo me refiero en términos de palabras, sino
que a la expresión completa que incluye las intenciones, las emociones y los
sentimientos que se encuentran envolviendo nuestras palabras.
Cuando nos encontramos con otra persona puede que le digamos “que bueno
verte” sin que eso sea verdad en nuestro interior. Si esa persona es sensible e
intuitiva podrá darse cuenta de que estamos fingiendo, pero si no lo es, creerá
que realmente nos alegramos de verla. Sin embargo el Universo es muy sensitivo
y tiene la capacidad de leer siempre lo que hay detrás de nuestras palabras.
Nunca es posible engañarlo. Necesitamos ser completamente coherentes para que
el universo nos escuche y comprenda claramente.
Todos pedimos cosas al universo, pedimos trabajo, pedimos salud, una buena
pareja y muchas cosas más y la mayoría de las veces sentimos que el Universo no
nos escucha. En algunas ocasiones tenemos largas listas de pedidos o pedidos
muy antiguos que parecen estar olvidados esperando que algún día se produzca el
milagro de ser concedidos.
Quizás nunca te hayas puesto a pensar en esto, quizás no te has dado cuenta
de que tus pedidos están siendo analizados y mas allá de lo que a simple vista
pueden serlo.
Recuerda que todos los pedidos son escuchados y concedidos, y si aun no
llega lo que tú has pedido, puede ser porque no estás siendo coherente entre
tus palabras y tus intenciones o porque tus sentimientos no están acorde a él.
El Universo es muy riguroso en este sentido. No concede pedidos mal
planteados. Analiza el tono de tu pedido. ¿Estás siendo sincero? ¿Eres amable?
¿Eres sereno? ¿Amigable? El universo siempre responde, pero te envía lo que
alcanza a comprender y que quizás no concuerda con lo que estás diciendo que
quieres.
Imagina que estás conversando con un querido amigo y le pides un favor. ¿Se
lo pides de manera majadera o con la suficiente claridad y confianza?
El lenguaje que utilizas es muy importante y requiere ser ceñido al amor.
El Universo no te comprenderá si le estás pidiendo con enojo, con imposición,
con intimidación, sintiéndote desesperado, mortificado u oprimido.
En realidad, tu pedido no tiene que ser un pedido. Más bien se trata de una
conversación donde expresas tu preferencia, donde dices lo que eliges del
amplio abanico de posibilidades que tienes por delante. No existe enojo, ni
desespero, ni angustia, ni exigencia, ni llanto, ni nada parecido. Más bien te
acompaña una suave sensación de gratitud por tener la posibilidad de ser
atendido.
El idioma que utilizamos para comunicarnos con el Universo es el mismo que
aprendimos cuando éramos niños al relacionarnos con nuestros padres. Ellos
fueron las únicas y más cercanas personas que influyeron en aquellos años de
infancia cuando desarrollamos la habilidad de comunicarnos. Cerciórate de que
no estés repitiendo los vicios que tenían al comunicarse entre ellos o al
hacerlo contigo.
Qué sucedía cuando tenías que pedirles algo a tus padres y la forma en que
ellos te respondían. ¿Atendían tu pedido o ni siquiera te escuchaban? O ¿quizás
no te atrevías a pedirles algo?.
Todo esto se relaciona con tu auto
valor y con tu nivel de merecimiento.
Para que tu pedido sea atendido correctamente, revisa los detalles que he
mencionado aquí y observa si lo estás haciendo de manera amorosa y confiada,
así como le pedirías a tu mejor amigo que te acompañe a alguna parte.
Cuando te sientes en confianza puedes pedir libremente, sintiéndote
soberano de tu propia existencia. Te haces dueño de decidir por dónde quieres
caminar sabiendo que los demás también tienen derecho a lo mismo. Te vuelves
responsable de ti mismo, creces, maduras, te conviertes en un ser independiente
y auto gobernado. Sabrás corregir el rumbo cuando adviertas que te has
equivocado.
Si sientes que
tienes que mejorar tu manera de pedir, comienza por revisar la comunicación que
aprendiste con tus padres y luego aplica lo aprendido para practicar con el
Universo.
Para que te ayudes
en este proceso, recuerda alguna oportunidad en que pediste algo y lo obtuviste
rápidamente.
Observa la
limpieza de tu pedido, la claridad y la confianza que existió en el momento en
que lo planteaste.
Todos somos
creadores de nuestra realidad y no necesitas ser una persona con poderes
especiales para poder elegir y obtener lo que deseas en tu vida. El Universo es
generoso, pero nosotros somos los que oponemos resistencia para que se
manifiesten aquellas cosas que deseamos.
Que tengas
excelentes resultados.
Patricia González
Lectura del Aura, Consulta Virtual, Coaching
https://soyespiritual.com/abundancia/aprende-a-hablarle-al-universo-para-que-comprenda-tu-pedido.html