Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 28 de febrero de 2017

NO SÉ SI HICE MAL...O BIEN



Hoy he aprendido una nueva lección: “Nadie puede ayudar a quien no quiere ser ayudado”.

Muchas veces, hemos comentado en mis clases este pensamiento. Lo hemos leído. Lo hemos comprendido a través de las enseñanzas del “Caballero de la Armadura oxidada”. Hemos creído saber lo que nos quería decir, sin embargo, hay que experimentarlo. 

Mi tendencia natural es ayudar a que los que están cerca de mí. Hacerles la vida sencilla. Estar atenta a lo que necesitan y proporcionárselo si puedo. Hoy aprendí, de repente, que es una práctica equivocada. Muy errónea. Y ya sé a qué sabe estar frente a quién no te ha pedido nada y no quiere lo que le proporcionas.

Fue un simple vaso de agua para alguien que se atragantaba. 

Me repetía que no quería agua. En mi angustia por resolver el incidente poniéndome en su persona, lo pedí. Y allí estaba el vaso frente a la persona, esperando que alargase su mano para pasar el mal trago. Y allí estaba yo. Casi avergonzada de haberlo pedido al ver de que a pesar de que pasaba el tiempo, ni siquiera tocaba el cristal.

Me sentí mal. Muy mal. Hubiese salido corriendo pero me quedé quieta aprendiendo la lección. Retiré el vaso y lo acerqué a mí. Después de todo, me sirvió para pasar mi propio mal trago.

La persona finalmente tomó unos sorbos, pero esos ya estaban fuera de mis impetuosas ganas de resolver lo que me dolía a mí, como propio. 

          No sé si fui yo quien lo hizo mal. No sé si fue una lección que quisieron enseñarme. No sé si la persona quiso autoafirmarse frente a mí. No sé si esto se puede siquiera hacer extensible a una generalización, ni si puede categorizarse y concluirse que todo el mundo te demuestra que la generosidad bien entendida empieza y termina en uno mismo.

A mí, aún después de esto me cuesta creerlo. También sé que no cambiaré porque estoy segura de que el mundo evoluciona y mejora con la ayuda de todos y si no hace falta en un momento puntual, tampoco con lleva ningún mal.


2 comentarios:

  1. Quien vive una experiencia traumatizante, dolorosa o incómoda tiene algo que aprender y hasta que lo hace consciente no suele darse cuenta de la ayuda que se le ofrece..., es bueno estar ahí cuando nos necesiten no pasa nada porque no puedan apreciarnos en ese momento, sabrán que de tu acompañamiento o no y sin embargo estuviste ahí, a su lado.

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  2. Xara, efectivamente nuestra entrega debe ser necesitada por el otro y si no es así, simplemente queda estar presente. Estar al lado. Estar.
    Besos

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