Ya hace días que
estoy de limpieza; pero no de casa, sino de cosas, de ideas, de textos, de
libros, de pensamientos, de temores, de desesperanzas, de detalles guardados
sin fundamento ya, de tiempos antiguos y de momentos presentes.
También hoy me he
encontrado estas reflexiones tan interesantes sobre el amor.
Para guardar, sin duda.
Para no olvidar.
Espero que os
sirvan.
1. El amor no es absoluto.
Debes olvidarte del
amor perfecto. Cuando amas a alguien, es normal la presencia de imperfecciones.
Si te empeñas en conseguir el amor perfecto desperdiciarás tu tiempo y, además,
conocerás el verdadero significado de la frustración. Hay que acercarse al amor
sin prejuicios ni estándares fantasiosos. Es la única manera de disfrutar plenamente
del amor y quitarle el tiquete de entrada al sufrimiento.
En la vida real, la
felicidad no está presente constantemente. Igual sucede en el amor: cuando es
real, debes prepararte para degustar sus amarguras. Si piensas que el
amor significa felicidad eterna, el sufrimiento va a estar a tu lado todo el
tiempo.
El punto anterior y
este van muy unidos. Si te esfuerzas demasiado para hacer del amor un cuento de
hadas, más probabilidades tienes de acabar mal. Debes aprender a disfrutar el
presente, el ahora. Si un día el amor se acaba, confía en tu fuerza interior.
Podrá doler mucho, nadie dice que no, pero nunca va a ser tan importante como
para ser insuperable.
Aquí viene la pregunta
del millón de dólares: ¿Es posible amar a más de una persona al mismo tiempo?
Parece que los enamoramientos no son lineales, a veces se solapan. Muchos
relatos clínicos muestran cómo las personas sostienen idilios mentales platónicos
sin dejar de querer al cónyuge por ello.
Si esperamos recibir
amor incondicional de nuestra pareja, adivina qué: ¡vas a sufrir! Cada persona
es un mundo distinto en creencias, ideologías, costumbres y pensamientos. Hay un
umbral diferente de lo que están dispuestas a aguantar por amor. Recuerda muy
bien esta palabra: aceptación. No pretendas exigirle al otro más de lo que
quiere y dispone darte. Tu concepto de amor es diferente al de él o ella.
Más allá de sentirlo
en las entrañas, el amor debe pensarse. El sólo hecho de enamorarse no
significa felicidad. Hay que construirlo y reinventarlo en diversas ocasiones,
tu imaginación e inteligencia son el límite. Acepta la realidad: el amor
perfecto y eterno no existe, no es real.
Walter
Riso
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