Adentro,
lo íntimo, lo que nadie ve
Afuera,
lo de todos, lo que otros ven.
Tengo
el tiempo congelado en el corazón.
Me
paro, recuerdo, te huelo.
Cierro
los ojos, te veo
Andando
lento en los caminos sinuosos
de
mis largos adentros.
Te
sigo, me pierdo.
Pongo
rumbo a las galenas
de los guerreros.
Levanto
anclas y sigo el rumbo del viento.
De
nuevo te siento.
Eres
tú susurrándome tierno.
Y
lo dejo todo y mis manos llevo,
manchadas
de azul cielo.
Respiro
profundo y hago de nuevo,
un
dibujo de tu rostro
con
rasgos de marinero.
Y
me subo a tu barco
Queriendo
irme lejos;
Respiro,
huelo, te siento.
Lento,
muy lento,
en
la popa de mi velero.
Me encanta, gracias
ResponderEliminarGracias a ti por la sintonía!. Me anima a seguir con esta prosa poética de la que me he distanciado un poco.*
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