Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 18 de mayo de 2017

LO QUE NADIE SABRÁ NUNCA



Hay secretos en ti que nadie sabrá nunca por mucho que te parezca que no existen.

Pequeñas o grandes travesuras, diabluras descabelladas. Momentos incontables y un sinfín de callados sentimientos que de ser transparente no quedaría nadie indiferente.


Solamente tenemos que pensar en la gente más cercana. Aquellos que amamos. Cuántas cosas les diríamos que no nos atrevemos o cuántas intuimos sin poder aventurar lo que pensamos.


Lo que nadie sabrá nunca es lo que mejor sabe. Lo que queda en lo más oculto de la memoria. Lo que ha hecho saltar chispas al corazón o aquello que nos lo ha encogido por largo tiempo.


Lo que nadie sabrá nunca nos atormenta, a veces. Otras, nos engalana los recuerdos que  por ser tan nuestros e irrepetibles, quedan en almibar macerando durante una vida.


Lo que nadie sabrá nunca hace que haya merecido la pena vivir, en el extremo de lo posible, al filo de lo mejorable, en medio de lo impracticable.


Uno mira dentro. Vuelve la vista atrás y saborea el regusto de lo que fue. 


Imagino que lo peor que podemos sentir es la sensación de lo no vivido y deseado. Ese tiempo de otros que quisiésemos hacer nuestro y lo hemos dejado pasar. El que miramos ahora con tristeza por habernos quedado inmóviles, cuando debimos hacer otra elección.


Aún estamos a tiempo, ya no con el tiempo pasado, sino con el que queda por vivir.


El criterio es sentirnos bien, no dejar pasar el momento mágico por ir pegados de la mano del miedo, decir “si” a lo que nos sorprenda y encontrarnos siendo otros; los que siempre hemos querido ser, haciendo lo que más nos guste.


Démonos ese capricho. Merecemos saborear puñaditos de gloria en esta existencia que a veces es tan dura.


No lo cuentes. Hazlo. Gózalo. Y que al final no tengas que mirar dentro y no ver más que el mismo día repetido una infinidad de ellos.

miércoles, 17 de mayo de 2017

BUSCA UN RINCÓN TRANQUILO...



Llueve mucho. La gente anda deprisa por la calle. Todo el mundo busca un refugio. Los coches se deslizan veloces entre el agua que forma los charcos en las aceras. 

Nadie quiere mojarse pero si ver llover. Se trata de buscar un rincón donde cobijarnos. De la lluvia, de las críticas, de la presión del día a día, de los fracasos, incluso de uno mismo.

Hoy es un día para estar tranquilo.

Os dejo estas reflexiones que nos acercan a la calma.


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“Busca el equilibrio y la armonía en la quietud del silencio y permite a tu mente dejar ir los pensamientos, no mas mente por unos instantes.

Contempla, observa la perfección de la creación en todo lo manifestado. Ríndete a ese poder superior.

Siente la presencia  del Creador y lo creado en todo y deja que esas sensaciones embriaguen tus sentidos físicos, no más sentidos físicos por unos instantes.

Permite que esa energía pueda manifestarse a través de ti y formar parte de tu  universo.

Solo deja que la perfección se manifieste y puedas contemplar ante tus ojos, todo lo creado en un instante real, iluminado. 

Depende de ti encontrar esa dimensión que te hace conciencia universal con tu alma.

“Siéntate cómodamente en tu lugar sagrado.

Inhala y exhala por la nariz, usando el diafragma (músculo que separa el tórax del abdomen). 

Continúa hasta que vayas tomando conciencia de que la Vida respira por tu nariz, de que una benévola y poderosa energía te mantiene vital y te conecta con la existencia toda. La respiración fluye rítmicamente, expandiéndose y contrayéndose, inspirando y expirando, te relajas, acompañando a tu cuerpo.

Sientes tu energía extendiéndose.

Imagina una luz blanca que te cubre por completo y como un manto te protege.

 Ese aire que inspiras ha viajado por todo el planeta, por todos los tiempos: te hermana con toda la humanidad
 aunque no seas todavía consiente. 

Deja que se exprese la energía.

         Respira sintiéndote una unidad con el todo y con todos.

FUENTE: Talleres Energéticos

Elida Betancor

martes, 16 de mayo de 2017

A TI Y A TUS ENORMES OJOS QUE TODO LO VEN



Hoy es tu cumpleaños y el mío, de alguna forma. Llegaste a mi vida como un torrente de felicidad e ilusión. Llegaste para quedarte siendo tan tú que apenas te entendías con el resto.


Has sido sobresaliente en todo, pero lo verdaderamente importante es que sobresales amando, entendiendo, compensando, arropando. Lo infinitamente memorable es tu capacidad de escuchar, tu observación inmensa dentro de esos enormes ojos que todo lo ven. Pero sobre, todo tu compasión infinita para el que sufre y contra los que revientan la moral a base de justificar una ilegalidad que pretenden hacer practicable.


Te importa el dolor de los demás, lo suficiente como para entregar tu vida a conciliar gentes, pueblos, personas más allá de las fronteras…y con ella de la mano; tu amor persa, tu sueño hecho realidad. Un pedacito de historia que ha calado en tu corazón con la misma fuerza que lo llevas en tu piel. 


Estás destinado a ser un eslabón, nunca perdido, de un nuevo tiempo. Una era en la que todo de la vuelta. En la que unos pocos amantes del amor sepáis transmitirlo al resto. Donde todo sea diferente y en la cual, ser de aquí o de más allá no sea motivo de diferencia. Ni el color de la piel, ni lo distinto de las palabras, ni lo extraño de las costumbres. 


Un nuevo tiempo en el que se haga realidad el sueño de un mundo mejor donde la comprensión se extienda como un maravilloso virus que a todos transforme.


¡Feliz cumpleaños mi niño del alma!


El mundo te espera, mientras yo te estaré esperando también desde la ventana de tu habitación como si regresases del colegio a la hora de comer.

Todo mi amor contigo.

lunes, 15 de mayo de 2017

VIAJE A ÍTACA ( EL FINAL)



DOMINGO ANTERIOR

.-¡Robert dame ese juguete!.- El pequeño la miraba sonriente y burlón. Parecía gustarle el hecho de haberse convertido en el centro de una película de acción. Estaba orgulloso de haber cogido aquel artefacto que se parecía a los juguetes de su casa. 

Swa permanecía en el suelo inconsciente. Su cabeza había rebotado sobre él varias veces. Steven intentó incorporarse con la intención de escapar. No podía imaginarse que fuese tan difícil lo que pretendía.

La madre de aquel niño delgado y tembloroso se acercó lentamente hasta él.

.-¡No vengas mami!. Mataré al malo.-Entre tanto las sirenas de la policía se acercaban intercambiado los sonidos de peligro que resonaban con impaciencia.

De pronto, se oyó un disparo seco y sordo al que siguieron unos estrepitosos chillidos desgarradores (…)



La policía llegaba en varios coches. Uno de ellos se detuvo junto a esta escena dantesca. Owen salía desgarrado de por la puerta trasera. Aquel disparo que el niño había protagonizado se había colado directamente en la cabeza de Swa muriendo al instante.


.-¡Noooooooooooo!.- gritaba el doctor mientras trataban de detenerlo para clamar su dolor. Aquel desgarro que sintió de inmediato le hacía sentir que su vida no tenía sentido. Ella yacía sin vida en la acera de una calle anónima muerta por una causa que nunca le había pertenecido.


No podría seguir viviendo. No quería existir sin la dulce mirada de la mujer china, sin las caricias que calmaban su ira en intervalos demasiado cercanos. No quería amaneceres sin luz, ni noches sin brillo. No podría soportar los gritos del silencio en su ausencia, ni ese portazo que da la muerte tras de sí cuando se hace presente.


Forcejeó con varios policías que, ante su desesperación, le dejaron llegar hasta ella. No veía. Las lágrimas nublaron su visión absolutamente. Cayó postrado ante aquel cuerpo sin vida que se había llevado la suya.


Se abrazó a aquella frágil mujer como si se fundiese con ella. Como si muriese a la vez. Nadie pudo soltarlo.


Mientras tanto, la policía ponía las esposas a Steven. La gente se arremolinó en torno a ellos. Los agentes les  separaron haciendo un espacio de seguridad en el cual pudiesen actuar con tranquilidad; una serenidad que Owen había perdido para siempre.


Ni una sola palabra había salido de los labios sellados de Swa. Ninguna despedida fue posible. Se había marchado sin decir nada, de pronto, con misma la levedad con la que llegó a su vida.
Con los ojos fuera de sí, miró a Steven cuando le izaban para enderezarlo hasta el coche.


.-Pagarás por esto, más allá de donde piensas.- Éste abrumado por lo lejos que había llegado la situación gritó antes de meterse en el coche policial.


.-¡Owen, perdóname!. Coge el billete de avión que tengo en mi bolsillo. Vete en busca de Liu.- La policía intentó meter la cabeza de aquel detestable hombre bajo la cornisa de la portezuela trasera del coche pero al resistencia de Steven hizo que fuese primero registrado. Efectivamente, allí estaban dos billetes destino Corea y una dirección.


Un agente llamó a Owen, quien tuvo que ser arrancado del cuerpo yacente de su amada.


.-No puede hacer usted otra cosa mejor que rescatar al pequeño. Dos agentes secretos irán con usted.


Owen, con la mirada perdida, alargó la mano para recoger aquellos papeles.


Tal vez, la única forma de tener a Swa consigo toda la vida radicaba en quedarse con aquel niño a través del cual podría salvar su propia infancia.


Desde la ventanilla del avión miró al cielo que tan cercano veía. Imaginó todo el amor que tendría aquel pequeño a partir de ahora y el nuevo destino que daría a su vida en otra parte, en un nuevo lugar.


Cerró los ojos y visualizó toda la ternura que tenía para regalar a Liu. Respiró profundamente y se quedó dormido.


Nada podía cambiar ya el nuevo rumbo de su vida.