Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 2 de junio de 2017

LO QUE SÉ DE TI...



Lo que se de ti es mucho…

Lo que imagino es más.

Lo que se de ti me asusta…

Lo que imagino me desmorona.

Lo que se de ti puede conmigo,

En lo que imagino te puedo.

Lo que se de ti me acerca,

En lo que imagino te rechazo.

Lo que se de ti siempre es poco,

Lo que imagino siempre es mucho más.

Lo que se de ti me clava en el cielo,

Lo que imagino, en el infierno.

Lo que se de ti me deja sin aliento,

Lo que imagino me quita la vida.

Lo que se de ti me llena de orgullo,

Lo que imagino de rabia e indignación.

Lo que se de ti me lleva a saludarte

Lo que imagino a despedirme.

¿Qué debe pesar más en este dilema?

Mientras imagino,

comprobaré lo que sé.

martes, 30 de mayo de 2017

MOMENTOS COMPLICADOS

Todos queremos cambiar alguna vez en la vida. O bien dejar algo; o adquirirlo. Ser de otra forma, perder costumbres o ganarlas. Porque al fin y al cabo, todo en la vida es pura rutina.

Aprendemos las habilidades básicas del comportamiento repitiendo acciones. Incluso esa forma de reiterar  comportamientos, termina afectando a las relaciones, los sentimientos, los miedos…

Lo positivo de esta forma de aprender por imitación y repetición, está en la posibilidad de modificar lo que hemos adquirido. Desandar lo andado, desaprender lo aprendido.
Nos acostumbramos a todo. Eso es lo malo…y lo bueno, a veces.

Si la vida se normaliza con rutinas, éstas pueden servirnos para empezar nuevos caminos, para olvidar o para continuar en lo correcto.

Sigo pensando, cada vez con más fuerza, que todos sabemos de qué abismos debemos apartarnos y que mares de paz deben ser nuestro remanso.

 Muchas veces estamos confusos o seguimos la inercia de la costumbre. Estamos ahí, apegados a sufrimientos sin saber cómo desengancharnos de las finas pero fuertes cuerdas de la dependencia.

 Estamos así, en un continuo devenir cuya trayectoria se desenvuelve de forma clara y sencilla si logramos cambiar de hábitos, de situaciones, de paisajes, de personas, de sonidos, de olores, de sabores e incluso de espejo.

Mirarnos todos los días en el mismo nos devuelve la misma imagen. También repetida. Hay más espejos. Quien tienes al lado es uno.

Comienza a ver lo que no te gusta y empezarás a querer sanarlo.

No vale con intentar. Intentar lleva consigo un “no”. Parece que nos escudamos en él y descansamos la responsabilidad de conseguirlo.

Si estás en un momento complicado, date tiempo…date espacios…date la posibilidad de cambiar rutinas, hábitos, costumbres.

Deja que la vida te sorprenda. No busques. Solamente vive. 

La vida te buscará a ti.


lunes, 29 de mayo de 2017

TANTOS PAISAJES EN TU VIDA…



Nos pasan cosas. Unas veces esperadas, otras absolutamente impensables. La capacidad de resistir la frustración, el dolor y la tristeza es lo que nos define en el modo de enfrentarnos a ello.

El paisaje de nuestra vida nunca es el mismo. Lo peor es que muchas veces queremos detener la imagen y creemos que podemos hacerlo, pero en realidad nos auto engañamos; no se puede.

El escenario cambia; también los personajes. Ni siquiera nosotros somos los mismos. Tampoco las personas que se van cruzando en nuestra vida. Unas nos dicen adiós; otras nos saludan para dar un  nuevo espacio a la escena que de algún modo volverá a cerrarse algún día.

La vida es así. Como una película. Con secuencias diferentes aunque estén engranadas en un mismo vector.

Comenzamos la semana con una reflexión sobre este film que protagonizamos y en el que ganamos o perdemos cuanto más cerca o lejos estemos de sentirnos bien.

Feliz comienzo.
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…”Tantas veces tenemos que parar la marcha o nos paran. Eso se debe a que el sendero que estamos caminando tiene varios paisajes. Algunos de ellos son oscuros y lúgubres otros nos estancan, otros son gélidos y nos paralizan y otras veces simplemente hacemos un alto en el camino, para buscar otro lugar y ahí torcemos el rumbo.

Todos esos lugares nos enseñan algo que tenemos que aprender.
A veces nos quedamos quietos en un lugar por un tiempo, otras veces por toda esta vida y eso en definitiva es el destino que construimos nosotros mismos, entrelazado con otros seres que nos acompañan en la marcha.

Nada es permanente, pero lo que hoy no es, puede llegar a ser y lo que hoy es, puede dejar de ser.

Elegimos que sendero caminar, solos o acompañados, y a veces predestinados a encontrarnos los unos en los otros. Cuando ese camino te lleva a la evolución del ser, todo fluye; y cuando te pierdes y no te encuentras reflejado en los pasos que das, te estancas.

Haz un alto en la marcha, para ver hacia donde te diriges,  o para ver si te sientes bien dónde estás  con quienes caminas o sigue en soledad, pero dejando que  tu corazón sea  la única brújula confiable que te muestre el sendero a seguir en adelante.”

Elida Betancor