Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


sábado, 11 de noviembre de 2017

UN PASTEL LLENO DE GRATITUD



Quiero deciros palabras muy simples hoy.

Simplemente GRACIAS.

A mi madre que me depositó en este mundo y me enseñó el amor.

A mis hijos que me eligieron como madre.

A mi padre que lo hizo posible.



A quien amo, ahora y siempre; esté o no.

A mis amig@s que me miran con tanto cariño.

A los lectores de este blog que conozco, por su constancia.

A aquellos que no conozco pero que sé que me siguen en silencio.

A lo que está por llegar y al lugar que me llevará.

A lo que pasó y me trajo aquí.

A lo que anhelé y se quedó en los sueños.

A lo que deseo y se hará realidad.

A lo todo aquello que me vaya bien, e incluso a lo que me vaya mal porque uno y otro, me harán sentir viva.

A lo que fue, a lo que será.

Me reúno con todo hoy para celebrar este año más en el que ya no sabría estar sin esta ventana al mundo que me hace vibrar.

Hoy tomo un trozo del pastel de la gratitud y os ofrezco todo mi cariño nuevamente.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿SE PUEDEN RECUPERAR LOS AFECTOS?



Tal vez te hayas hecho esta pregunta muchas veces. Siempre hay una persona que quedó en nuestro camino de ida con la que hemos perdido el contacto y con la separación se han estirado tanto los lazos que nos unían que pudiésemos decir que están rotos.

Nos puede parecer hasta mentira. Si volvemos la vista atrás descubrimos un montón de sentimientos que tuvieron sentido cuando sucedieron; allí en aquel justo momento, preparados para nosotros y dispuestos para revolucionar nuestra vida, darla calor o simplemente hacerla más llevadera. 

Pasado el tiempo, la gente que nos rodea cambia, se renueva, se diversifica; otras caras, nuevas sonrisas, ideas frescas o miradas diferentes que nos hacen sentir siempre que estamos en un presente continuo.

Es muy difícil recuperar afectos que pasaron, que cumplieron su misión en su momento, que dejaron su sentido allí.
Recientemente pensaba en una amiga de la adolescencia; una de aquellas amigas que se llevan contigo siempre y de las que no querrías haberte separado. 




Hace un par de años me buscó por las redes sociales y volvimos a coincidir. Parecía que aquel sentimiento lejano renacía nuevamente. Así fue durante algún tiempo. Fue curioso. Nunca quiso hablar por teléfono. Me pareció como si encontrar nuestras voces representase algo demasiado fuerte, algo en donde los años se manifestaban con su distancia.

Después de algunos intercambios de información sobre el devenir de nuestras vidas, se fueron distanciando los mensajes, se atropellaron los sucesos en la vida de cada una y el tiempo pasado se abrió de nuevo como un abismo bajo nuestros pies.

Posiblemente querer forzar la reconstrucción de un sentimiento sea un imposible. Porque nadie es el mismo ya. Ni lo son nuestras circunstancias, ni lo es nuestro corazón.

Cualquier viejo afecto rezuma suaves aromas que siguen presentes en el fondo del alma como un sedimento permanente. Querer que nos impregnen de nuevo y convertirnos en el frasco de perfume, siempre es un error; o al menos, si acontece la oportunidad, que las expectativas no sean demasiado confiadas en que todo volverá a ser lo mismo.

Eso seguro que no.

martes, 7 de noviembre de 2017

AGÁRRATE FUERTE

Cuando la vida no te sea leve, agárrate fuerte. Vienen tiempos duros y el invierno se acerca. 




Sonreír siempre, estar en un estado de plena felicidad, no suceder nada que desequilibre nuestra armonía es un infantilismo.
Nada va bien siempre. Convivir es muy complejo. Somos seres sociales pero también estamos preparados para la lucha y la diferencia; y para dejar de respetarla, en muchas ocasiones.

Hay personas que no han salido de la etapa en la que todo es rebeldía y lucha. Mantienen una adolescencia perpetua que la prolongan hasta edad muy avanzada. En estos casos, los problemas se multiplican. 

“Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio”, dice una canción de hace décadas pero vigente en su contenido.

Las desavenencias aparecen y cuando hacen presencia hay que saber valorar el camino recorrido hasta entonces; poner en una balanza lo que aporta la persona o lo que resta en mi; arriesgar una vez más, si merece la pena para no tirar la toalla…y se tira  que sea tan alto que te dé tiempo  a recogerla antes de que toque el suelo.

La vida es muy simple pero no está exenta de complicaciones. Tener una actitud tolerante y reflexiva ante ellas puede darnos la victoria cuando la marea sube.

Después, una vez restablecida la calma, todos salimos fortalecidos. Conocemos un poco más al otro y lo mejor…nos conocemos mejor a nosotros mismos.

Seguro que habremos aprendido otra página de la lección.

domingo, 5 de noviembre de 2017

COMO CHOCOLATE CALIENTE



En la entraña cálida del hueco inerte que dejó tu ausencia, 

hierve bajo la luna seca el agua mansa que te espera.

Cantan los olivos se llenan las acequias,

Se levantan las nubes negras  desde el cielo hasta la alberca.



Salpican y juegan las alondras viajeras,

Trayéndome suspiros desde lo alto de tus quejas.

Y miro impávida por la ventana que has dejado abierta,

A ver si llegas en tu caballo color canela.

Que te vayas de tu casa, sin dejar de estar en ella

Que llegues ávido a la mía, descansando sobre mi puerta

Y cuando la luna apague su luz y quede todo en tinieblas

Me susurres al oído que la vida sin mí es Semana Santa sin peinetas.

Que navegues dulce por aguas las tibias de mis rabietas

Y me lleves suave a lo más alto del deleite cual cometa;

Que de mis lágrimas amargas haré una soga para atar tu alma libre de  poeta.

O te diré adiós con el chocolate caliente rebosando entre mis 

dedos y tus ganas de probar mis labios y mi lengua.