Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 31 de diciembre de 2018

¿ Y QUÉ PIDES TÚ...?



A mí.

A ti.

A un mejor yo.

A un mejor tú.

A entrar en vuelo raso en tus sueños.

A quedarme en vuelo alto en los míos.

A un mundo mejor que el que recibí al abrir los ojos.



A dedicarme a ser parte del cambio.

A atreverme más.

A correr más rápido.

A sentir más lento.

A observar despacito.

A juzgar menos.

A perdonar más.

A tener deseos cumplidos.

A ayudar al otro sin pedirlo.

A confiar en las infinitas posibilidades del firmamento.

A mirar al cielo y saber que hay proyectos puestos en mi.

A decidir ser la estrella que más brilla en mi habitación.

A decirte que sin ti leyéndome ahora, mi mundo estaría 
incompleto.

A agradecerte, a agradecerles, a agradecerme… todos y cada uno de los minutos del año que termina y a dar la bienvenida a un nuevo tiempo, traiga lo que traiga porque todo es, ni más ni menos, la propia vida.

¡Que sepamos ser mejores en el 2019!


miércoles, 26 de diciembre de 2018

EL ESPÍRITU DE LA REALIDAD: LO QUE HAY; LO QUE ES



“Todos aprendemos en la vida con el mismo maestro; la realidad. La visión profunda de la realidad dice: domina las veinticuatro horas del día.

Hazlo bien, sin sentir lástima por ti mismo.



Tan duro es hacer subir a los niños al coche o llevarlos a la parada del autobús como recitar salmos en un convento una fría mañana.

Ninguna de estas dos cosas es mejor que la otra, ambas pueden ser muy aburridas, y ambas tienen la virtuosa cualidad de la repetición.

La repetición y sus beneficios se manifiestan de muchas maneras.

Cambiar el filtro del coche, sonarse la nariz, asistir a reuniones, limpiar la casa, lavar los platos, comprobar el nivel de aceite del motor; no pienses que estas cosas te distraen de actividades más serias.

Estas tareas no son dificultades de las que esperamos  poder huir para hacer aquello que nos ayudará a encontrar nuestro camino: son el camino.”

                              Gary Zinder,  “The Practice of theWild”

lunes, 24 de diciembre de 2018

SIENTA EN TU MESA...



Sienta contigo todo lo que te acompaña siempre. Sienta a tus miedos, tus pensamientos limitantes, tus fantasmas, tus pesadillas y tus demonios.

Sienta en tu mesa los logros de este tiempo cercano, los intentos fallidos, los aciertos de pleno. Sienta a tus ilusiones, los sueños que deambulan entre tus pupilas, lo mejor de ti y los peor del yo.



Sienta en tu mesa a tu compasión, a tu sentido originario del cuidado del otro, a tu ternura por el que sufre, a la mención para aquellos que ahora mismo no tienen nada o tienen mucho dolor.

Sienta en tu mesa a los propósitos de enmienda, a los nuevos comienzos abandonados,  a los fracasos que te hirieron, a tu orgullo y a tu soberbia. Siéntalos junto a la paciencia, la bondad y tus ganas de encontrar lo mejor de ti.

Sienta a tus seres queridos que te ven desde el otro lado, a los peques que juegan ajenos a lo que el mundo que será su vida, sienta a cada mendigo, cada inmigrante, cada refugiado que hoy, como ayer o como mañana, pueden estar muriendo en el mar, en una guerra o en cualquier falta de derecho humano que les borra de esa consideración.

Siéntate en tu mesa, con los tuyos o en soledad. Cierra los ojos. Agradece estar dónde y cómo estás. 

Si no estuvieses bien, sienta a tu mesa la petición profunda desde el corazón de mejorar en cualquier ámbito en el que estés padeciendo.

Vuelve a agradecer la vida que has vivido, el tiempo de bonanza, las alegrías y los goces intensos, los besos, las caricias, el amor que te han dado, el que has recibido, el que has devuelto.

Siéntate y enciende tu luz.

El mundo se moverá con tu intención. 

Con tus  deseos, con tus sueños.

Sienta a tu mesa a tod@s los que desees, a tu lado, en tu frente pero contigo.

viernes, 21 de diciembre de 2018

DATE UNA OPORTUNIDAD



Estés donde estés, procedas de donde procedas, hayas hecho lo que hayas hecho, estés sumido en una depresión o te sientas solo y sin ilusión, date otra oportunidad.

Seguramente nos es más sencillo ser compasivos con los demás que con uno mismo; más cariñosos y tiernos, más permisivos y diligentes; más empáticos y fraternales.




Seguramente nos tratemos con dureza o con desprecio, en muchas ocasiones, y lo peor, seguramente, en la mayoría de ellas creamos más en las posibilidades de los demás que en las propias.
No sigas por este camino. Date tu lugar, crea tu tiempo y encuentra tu espacio.

Cualquier momento es bueno para comenzar. Ahora mismo. No lo dejes mucho o se te pasarán las ganas de ti.

Nos han enseñado a cuidar al otro, a esperar al otro, a agasajar al otro, a querer al otro, a tolerar al otro, a mimarle o a comprenderle. ¿Y tú? ¿Cómo te tratas a ti?.

Debes considerarte tu mejor amigo. Tu más fiel compañero. Tu amante. Tu sombra y tu espejo.

Debes sentirte lo mejor o aspirar a serlo desde la compasión contigo y la voluntad de ser tu mejor versión.

Sé, tu sol y tu luna.

Sé, el junco que vive sereno en la orilla.

Sé, el ave que surca los cielos sin miedo.

Sé, el corazón dulce que palpita por ti.

Sé, los sueños que visten tus días.

Sé siempre lo que darías a lo que más quieres.

Sé el silencio que grita callado.

Date otra oportunidad.

Sé en ti.