Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 22 de marzo de 2018

AFRONTANDO ADVERSIDADES


Lo que más tememos es lo que lleva en sí mismo la solución. Tememos a las adversidades, a las crisis, a los cambios, pero sin ellos no habría crecimiento, creatividad y avance ni social, ni personal.

La palabra resilencia está en pleno vigor hoy en día. Se trata de la capacidad para afrontar la adversidad. Es algo así como la ductilidad de un mineral, o cualquier otra sustancia, para romperse o adaptarse.

El término “resilencia” viene de la palabra resilio, que significa “rebotar”, en el sentido de coger impulso ante una caída.



Es una capacidad que se aprende, no es necesariamente innata y que depende de la actitud, de la voluntad, de la creencia en uno mismo y sus posibilidades; del afán de no ahogarse en los problemas.

El verdadero caos de los países y las personas es la pereza que les asiste para encontrar soluciones. Es más fácil dejarse llevar tobogán abajo. 

Gran parte del éxito en nuestra relación con la adversidad es la “aceptación”, en primer lugar, de lo inevitable. A veces esto lleva un tiempo. Otorguémonos ese espacio temporal. Será necesario para recomponer el mapa de nuestra mente y nuestra alma.

Revisemos “nuestro diálogo mental”, en él hay muchas trampas en las que caemos muy fácilmente. ¿Nos engañamos, nos perdonamos con demasiada facilidad, nos culpamos con rapidez?. Hagamos una revisión de este continuo parloteo con la mente.

Paremos a descansar. Las adversidades son traumáticas y requieren una parada. Tomemos aliento. Separémonos de ellas. Observémoslas sin implicarnos (aunque nos impliquen); pensemos que le han sucedido a otra persona y decidamos qué actitud tomaríamos en ese caso.

Salgamos a dialogar con ellas desde una actitud constructiva. ¿Qué me enseña el dolor que estoy pasando?. ¿Para qué me sucede?¿Qué tengo que aprender?¿Cómo debe ser el siguiente paso?.

En el paso que está por dar, y que será el primero de una nueva situación, debemos encontrarnos con nuestra fortaleza interior y recomponernos junto a otras personas de valor que sean significativas para nosotros.

La verdadera crisis es la crisis de la disolución de nosotros mismos en lo que duele. No es momento de perdernos, sino de encontrarnos dentro.

Todo está en nosotros. Fuera, eso que llamamos realidad no es más que los pensamientos y los juicios que hemos construido dentro.

La realidad empieza y termina con cada uno.

No hay crisis inservibles.

No hay adversidad que no sea una maestra.

Todo depende de la actitud.

Todos somos aptos.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Y SI TU ESTUVIESES...



Y si tú estuvieses a mi lado como siempre,

Y si vieses mi vida y mis dolores sin tu nombre,

Y si pudieses tocarme con tu mano mágica de maga,

Y si me mirases a los ojos y me consolases con tu mirada.



Y si llegara a casa y me esperasen tus guisos olorosos,

Y si volviese a reírme contigo de todo y con todo,

Y si con ello dejase mi larga mochila de penas y enojos

Y si pudiese tenerte de nuevo como envoltorio,

Y si volviese a tu vientre de nata, fresa e hinojo.

Y si pusieses tu mano en la mía cuando lo dudo todo.

Y si volviese a tu pupila franca para ver con tus ojos

Y si al despertarme sintiese tu beso en mi hombro

Y si me abrazases fuerte para sentir que te adoro.

Cierro los ojos. Te veo de nuevo. Te nombro.

A ti mamá que siempre fuiste mi delirio sordo.

Todo mi amor, tan fresco y nuevo

 como esa eternidad de la que seguro

 eres reina del amor más profundo y hondo.


 
(Tú trajiste la primavera, tú te fuiste con ella)

domingo, 18 de marzo de 2018

MIEDO AL SILENCIO



Estaba buscando alguna reflexión que me sacase de una tarde de domingo, un tanto vacía y desganada. 

Hace tiempo que pienso que tenemos demasiado ruido alrededor; que a veces el ruido somos nosotros y que ya no podemos sino estar a gusto en ese ruido. El silencio parece peligroso, es como si nos anunciase que algo malo va a llegar o que estamos inmersos en ello ya.



No estamos tranquilos con el silencio. Nos parece vacío. Nos deja esperando que algo suceda, es como el paso anterior a una desgracia. El silencio hace presente los miedos y eso no nos gusta.

Sin embargo, el silencio es presencia. En él nos encontramos con nosotros y eso es lo que tal vez asuste.

Comparto estas reflexiones que van acompañadas de algunos pensamientos cortos pero de intenso calado.

Feliz comienzo de semana.
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“…Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
- Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
- Estoy escuchando el ruido de una carreta.
- Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:
- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está solo lleno de sí mismo.

- Si el sabio te censura, piénsalo. Si el estúpido te alaba, ¡laméntalo!

- El que se sabe merecedor de la aprobación y del aplauso, no hace nada para conseguirlos.

- El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas, suele ser el que primero cae por falta de raíces.

- El hombre seguro de sí mismo goza cuando es apreciado y se duele ante el menosprecio, pero no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.

- La propaganda es muchas veces como el agua: deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.

- Si eres sensato valoras más el juicio de los pocos que te conocen de verdad, que las alabanzas o los juicios negativos de los que te desconocen.

- El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.

- El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio.

- El orgullo es la fachada de la estupidez y la humildad es el cimiento de la sabiduría.”