Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 10 de abril de 2018

CUANDO QUIERES ALGO



Todo el universo se confabula contigo cuando quieres algo. Cuando de verdad, desde dentro, anhelas estar en sintonía con lo que te gustaría ser, estar, disfrutar, deleitarte, pasar junto a…

Cuando quieres algo, tu corazón lo sabe antes que tú. Ya está instalado en él, ya ha trazado el camino de la intención para que llegue a ti o tú a ello. No lo sabes pero lo quieres. No lo sabes pero todo se dispone para que lo alcances o ello te elija a ti.



A veces, este proceso es inconsciente. Más tarde, un día, nos damos cuenta que aquello que vemos, que aquello que ha llegado a nosotros por mil caminos diferentes, es lo que queremos, lo que nos hace sentir bien, lo que nos prolonga la ilusión, lo que nos equilibra y nos da fuerza, lo que nos enlaza con esa parte de “lo otro” de la cual participamos por ser los “mismos átomos” ordenados de forma distinta.

Cuando tu pasión se declara ante tus ojos, síguela, intégrala a tu vida, intuye su bienestar, déjate resbalar por ella, haz suave tu vida e inunda tu mundo con millones de colores que pasan a través de una sola luz blanca.

Sé uno con lo que has descubierto que te mejora. 

“Que lo que amas te sume siempre. Que lo que deseas, te mejore repetidamente. Que lo que anhelas haga de ti un ser magníficamente único que cree abundancia en todo aquello que toque. Que seas un espíritu latiendo dentro de un alma irrepetible por su bondad y compasión.

Que creas en ti para crear lo mejor para ti.

domingo, 8 de abril de 2018

LAS DOS CARAS DE TU LUNA



Me resbalo por el filo 

de las dos caras de tu luna. 

Llego lenta hasta tu oído 

y te susurro cantares 

de amores viejos

con sabor a miel y a tomillo.



Me rozo leve en tu espalda 

Suave y brillante, como seda fina

Al ritmo de mis labios locos y mis latidos

Y tú, soñador de nubes

 das otra vuelta dormido

sin saber que estoy trás de ti

haciéndote carantoñas y mimos.

Estás jugando en el otro lado de tu luna

Mientras en éste, yo me he dormido.

Y te llamo desde mi sueño, 

¡Ven conmigo amor mío!

Y no responde más que el silencio

De tu sueño de caramelo y menta

De nata y fresa y de tiempos perdidos.

Los dos estamos vivos

en el silencio amargo del olvido

y parecemos muertos vivientes

que alargan sus manos sin tocarse nunca

porque tu luna ya se ha metido.

En aquella nube que tapa 

el cielo de tus recuerdos vivos

Esperan mis suspiros

Para decirte algún día,

Cuando te encuentre al otro lado

Que ya era tuya

 antes de haber nacido.